Cerrar la Colonia Penal Federal Islas Marías, tal vez sea una buena decisión del presidente López Obrador. Como lo informó hace unos días de los 600 reos que viven ahí, se liberarán a 200 de manera anticipada y se reubicarán 400 en centros de readaptación social cercanos a su lugar de origen o a su familia. Así, este lugar que por órdenes del presidente Porfirio Díaz en 1905 se convirtió en un penal y luego el presidente Luis Echeverría convirtiera en 1970 en un modelo de readaptación social, cambiará de fisonomía para recibir a la juventud de México.
Esta decisión puede ser mal recibida por algunos críticos que ven con malos ojos que estos presos que hasta ahora han vivido en un paraíso terrenal, sean llevados a cárceles tradicionales donde no verán el mar y a veces ni el sol. Esta será labor del director del Sistema Penitenciario, Francisco Garduño Yáñez, un funcionario con gran experiencia y capacidad para cumplir con apego a las leyes y a los derechos humanos esta decisión presidencial.
Sin embargo, lo que no parece ser una buena idea es convertir a las Islas Marías en un centro cultural para niños y jóvenes. El presidente ha declarado que se organizarán expediciones de estudiantes que jamás han visto el mar. Habrá talleres formativos y prácticas profesionales en esta reserva natural.
Sin duda alguna será muy costoso hacer la reconversión de este sitio, donde hay construcciones diseñadas y destinadas para los reclusos y convertirlas en instalaciones dedicadas a la cultura será todo un cambio radical que costará una millonada al erario. Además del personal que se requerirá para dar mantenimiento a estas instalaciones, se empleará a quienes se encargarán del funcionamiento de este centro cultural como tal. Luego ya en funciones, por su ubicación, será muy caro para los visitantes trasladarse en barco o en helicóptero desde Manzanillo o algún otro sitio por muy cercano que sea.
Es posible que todavía estén analizando el destino de este archipiélago y ésta haya sido una primera opción, pero bien valdría la pena que el gobierno haga un análisis más a fondo, para darle el uso adecuado a las Islas Marías, que bien podría ser convertirlas en una Universidad del Mar o en una Escuela de la Secretaría de Marina. Habrá que ver en que termina el legendario penal sobre el cual se escribieron tantas historias.
Es un sitio digital abierto a todas las ideas, emociones, libertades, política, literatura, arte y cultura.