Investigadores de la UNAM encabezan un estudio para detectar de forma temprana el glaucoma en los mexicanos, enfermedad que afecta a cuatro de cada 100 personas, indicó Francisca Domínguez Dueñas, académica de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM.
EL glaucoma, precisó la investigadora, es una atrofia del nervio óptico que se presenta después de los 40 años. Sus causas son múltiples, pero la más importante es la presión intraocular y los factores hereditarios, por lo que pacientes con familiares con glaucoma tienen tres veces más riesgo de desarrollarlo.
En la actualidad, este padecimiento se detecta hasta que el daño funcional y estructural del ojo es del 50 por ciento; por ello, es considerada la principal causa de ceguera irreversible en el mundo.
La característica principal de esta enfermedad crónica es el daño al nervio óptico. Es asintomática y ocasiona el deterioro progresivo del campo visual; además, cuando se detecta la persona ya tiene alrededor de 10 años con ella, dijo en el marco de la Semana Mundial del Glaucoma, que en este 2019 de conmemora del 10 al 16 de marzo.
En colaboración con el Instituto Nacional de Medicina Genómica (Inmegen) y el Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), Domínguez y su equipo hicieron 550 revisiones oftalmológicas a pacientes del INR para verificar si presentaban algún deterioro en el nervio óptico.
Los resultados, próximos a publicarse, mostraron que de la muestra 505 estaban sanos, 20 casos estaban reconfirmados (tenían diagnóstico previo de glaucoma) y 25 fueron casos nuevos.
Con una muestra sanguínea que se tomó a cada uno de los 550 pacientes, se elaboró un estudio proteómico –de la estructura y función de las proteínas– que les permitió identificar y comparar un grupo de proteínas expresadas en pacientes con glaucoma, con otro grupo de pacientes control o sanos.
“Descubrimos que algunas proteínas estaban ausentes en los individuos sanos y otras sobreexpresadas o en cantidades mínimas en los enfermos”, explicó.
Desde hace varios años, la Unidad de Posgrado de la FM ha estudiado esta enfermedad y ha indagado formas para detectarla antes de que cause ceguera o el deterioro sea irreversible, esto a través de la identificación de proteínas características del problema médico.
“Los métodos actuales están diseñados para descubrirla cuando ya hay daño anatómico o irreversible, por lo que estamos considerando marcadores biomoleculares encaminados a un diagnóstico temprano”, dijo en el auditorio Alberto Guevara Rojas de la FM.
La investigación liderada por la UNAM busca no sólo validar la prueba diagnóstica temprana, sino revisar la prevalencia de este mal en la Ciudad de México.
“Hemos demostrado que la forma en que se previene la progresión de la enfermedad es regulando la presión del ojo. Si la detectamos de manera temprana podremos dar tratamiento oportuno y, por lo tanto, prevenir la ceguera”, finalizó la especialista.