Comprar un televisor con la resolución más alta y ponerlo en la sala de la casa no da garantía de que vamos a sacar el mayor provecho posible de su calidad de imagen. Hoy estas pantallas requieren de una configuración adicional, para ajustarla al espacio en el que vamos a estar, la luz del entorno y lo que queremos como usuarios.
Dentro de las opciones que debemos configurar una vez tengamos un Smart TV en casa está el brillo, el contraste, el modo de la imagen, la nitidez y otras opciones, que vamos a explicar, para que cada uno pueda ajustar la calidad de la imagen a la experiencia que espera disfrutar.
MODO DE IMAGEN
Esta es la configuración que puede ser más sencilla de entender y qué muchos se preguntan cuál conviene más. Normalmente, los televisores traen tres modos: Estándar, Vívido y Cine.
El modo cine es el que muchos usan para ver películas, sin embargo, solo se recomienda tenerlo en habitaciones en las que haya poca luz, porque si la pantalla está en espacio en el que hay bastante luminosidad, lo mejor será tener el modo vivido o dinámico.
BRILLO, CONTRASTE Y LUZ DE FONDO
Estas tres opciones van muy de la mano, aunque cada una funciona diferente y está enfocada en un aspecto contrario a los otros. Por ejemplo, el brillo es la intensidad, así que lo mejor es configurarlo al 50% o un poco más abajo, porque al sobrepasar ese límite las áreas oscuras pierden detalles.
Mientras que el contraste determina la diferencia entre las áreas oscuras y claras de la imagen. Por lo que una buena opción es configurarlo al 100% dará una mejor definición, aunque esto debe revisarse para que al ponerlo al máximo no se vea la imagen demasiado brillante y que las partes claras se pierdan.
Finalmente, la luz de fondo debe evaluarse en cada televisor y ver cuál conviene más, porque tenerla demasiado alta puede mejorar la visibilidad de los detalles en la imagen, pero un nivel demasiado alto puede generar una apariencia excesivamente brillante en las partes más claras.
NITIDEZ Y COLOR
Pensar en que la nitidez debe estar en el valor más alto es un error, porque la mayoría de contenido que reproducimos en el televisor ya tienen una nitidez equilibrada y al excederla los detalles perderán calidad. Así que lo mejor es ajustarla en un punto intermedio.
Lo mismo sucede con el color, que al tenerlo al 50% dará la experiencia más equilibrada posible y no se resaltarán tonos, haciendo que la imagen se vea más roja, azul o verde de lo normal.
TEMPERATURA O TONO DE COLOR
Esta opción no está en todos los televisores, pero en caso de tenerla lo mejor será ajustarlo en cálido para tener una representación más precisa y natural de los tonos de piel y colores del contenido que queremos ver.
En caso de tener una imagen demasiado rojiza, la mejor opción es ubicar este ajuste en Medio o Normal, para dejar todo equilibrado.
BUENA CONEXIÓN A INTERNET
En caso de ver contenidos por streaming, la calidad de la imagen dependerá en gran parte de la calidad de la conexión a internet. Si es posible conectar el televisor al módem a través de cable Ethernet, será la mejor opción. Pero si se debe hacer por Wifi, hay que asegurarse de que esté cerca al router o haya pocas interferencias.
Después de hacer todas estas configuraciones es importante ver diferentes tipos de contenidos y verificar que ese el tipo de imagen que se desea disfrutar, porque de no ser así se deben hacer los cambios para que se adapte a nuestros gustos.