Hace unos días, el 23 de junio para ser exactos, los trabajadores de la Secretaría de Economía denunciaron muy molestos que mediante oficio emitido por la Unidad de Administración y Finanzas se les informó que al 75% de los empleados se les quitaría el equipo de cómputo asignado para realizar su trabajo.
Bueno, les dieron dos opciones a elegir: una es pagar 4 mil pesos para quedarse con el equipo y poder seguir laborando, y la otra opción es llevar su computadora personal para desempeñar sus tareas en la dependencia.
Con el fin de cumplir con el decreto de austeridad emitido por el presidente de la República, para enfrentar la crisis financiera y la restricción de recursos presupuestarios, la titular de la dependencia Graciela Márquez implementaría esta medida que más parece una ocurrencia que una decisión aprobada por el propio presidente.
Las medidas de austeridad deben ser analizadas a fondo, no nada más aplicarlas sin ton ni son, sobre todo ahora que los empleados gubernamentales tienen que trabajar desde su hogar y hacen uso del internet que pagan por su cuenta y de su equipo de cómputo personal para sacar el trabajo asignado.
De hacer efectiva esta medida dejarían sin equipo de cómputo a 2 mil empleados, que no tendrán cómo cumplir con su trabajo.
Los empleados se sienten entre la espada y la pared, toda vez que no tienen dinero para comprar el equipo, además de que es injusto que tengan ellos que aportar la herramienta de trabajo. Por otro lado, si no aceptan, tienen el temor de ser despedidos o que se les exija la renuncia.
Aun cuando existen evidencias de que se giró un oficio, el presidente López Obrador salió este lunes a desmentir esta información, que calificó de exagerada, aduciendo que “quien haya emitido el documento en cuestión lo hace para desacreditar a su gobierno”, seguramente algún mando que viene del periodo neoliberal. Pero agregó que para que siga adelante la austeridad, se deben compartir las herramientas de trabajo, para que todos tengan con qué laborar.
Es decir, como cuando se compartía el pupitre en las escuelas de los años cincuenta o cuando los peones tenían que llevar su propio machete a las haciendas para cumplir con su jornal o los vaqueros su caballo para cuidar el ganado. Así que ya sabe, si quiere usted trabajar en el gobierno, cómprese su propia compu.
El presidente de México pronunció una frase para la historia: “Imagínense lo que hacían los que lucharon en otros tiempos por la libertad, por la justicia, por la democracia, por la soberanía ¿QUÉ ESTABAN ESPERANDO QUE TUVIERAN SUS COMPUTADORAS PARA LUCHAR, PARA TRANSFORMAR? Yo creo que son instrumentos y que son importantes, pero no es eso. Hay forma de resolverlo, el que se compartan más los instrumentos de trabajo y que no haya corrupción”. Dijo muy convencido y convincente.
Pues sí, el presidente dijo que los empleados no pondrán dinero de su bolsa, pero no negó que se les quitarían las computadoras que ahora tienen asignadas. Es decir que, en vez de ir hacia adelante, ahora vamos en retroceso y como decían las abuelitas “ES BUENO EL ENCAJE, PERO NO TAN ANCHO”,
Es poeta, redactor y fotógrafo originario de Puebla, radicado en Coatzacoalcos, Veracruz. Ha escrito varios libros de poesía y narrativa como Archivo de Sueños, Corazón de Metal y El Lugar Común, así como el poema Viajar es Regresar.