Gabriel García-Márquez
En la vida todos tenemos algún secreto que guardar, lo mismo pasa en el gobierno y en las empresas. Cuando se habla de acabar con la opacidad para darle paso a la transparencia, uno se imagina que todo lo que sucede en la vida pública se hará público, pero en la realidad esto no es así. Por mucha apertura que haya, siempre habrá, sobre todo en el gobierno expedientes secretos que se mantienen así por seguridad nacional.
La decisión del presidente Andrés Manuel López Obrador de abrir los archivos de la Dirección Federal de Seguridad, permitirá el análisis sobre el estado, la política y la sociedad mexicana de los últimos años, con las reservas que esto implique.
Para algunos el acervo de la DFS contiene nada más los expedientes de la llamada Guerra Sucia, para otros es una fuente de información servirá para elaborar la historia de México de la segunda mitad del siglo XX.
Se podrá tener acceso a expedientes, fotografías y hasta videos, pero solamente del periodo comprendido entre 1920 a 1988. En 1989 la DFS se convirtió en el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), también dependiente de la Secretaría de Gobernación.
Grandes e interesantes sorpresas se encontrarán al abrir estos expedientes que se han convertido en toda una leyenda y que permitieron al gobierno mexicano mantener la estabilidad política y la hegemonía del PRI, controlando a los movimientos sociales de izquierda y a los estudiantiles, mediante la información que fueron recopilando agentes internos y externos de la DFS.
Sin embargo, no debemos esperar mucho de estos expedientes, que obran en el Archivo General de la Nación y que contienen documentación clasificada, pero bastante desorganizada como lo ha declarado el director Carlos Enrique Ruiz, porque ésta era clasificada por los propios policías sin método alguno.
Se abrirán estos archivos con información de 100 años que contienen datos personales, de la policía federal y de otros organismos de inteligencia. No hay que olvidar que al frente de la DFS estuvieron personajes legendarios como Fernando Gutiérrez Barrios y José Antonio Zorrilla, Javier García Paniagua y Miguel Nazar Haro.
Se habla de que hay expedientes que contienen información sobre la persecución que había contra los luchadores sociales, guerrilleros y aquellos personajes que estaban en contra del gobierno en turno.
EL DERECHO A LA INFORMACIÓN
Sin duda los mexicanos tenemos derecho a la información, pero no cualquiera podrá tener acceso a todos los expedientes, tiene que haber ciertos protocolos que se deben cumplir, para acceder a ellos. Los archivos de 1920 a 1948 tendrán apertura total, de 1949 a 1988 se reservarán datos sensibles por tener menos de 70 años.
El Subsecretario de Gobernación, Zoé Robledo, ha declarado que respecto a los archivos de 1988 a la fecha se reservarán datos personales para evitar afectaciones a los derechos humanos y personales de los involucrados; además de que aquellos asuntos que pudieran formar parte de procesos judiciales en curso podrán reservarse hasta por 12 años.
Estos archivos servirán para documentar investigaciones sobre los actos de justicia o hasta de injusticia cometidos históricamente en este país. Muchas sorpresas se habrán de encontrar y también algunas desilusiones, pues no estamos ciertos de la calidad de la información y de su veracidad.
Lo cierto es que, si se abrieran en verdad los famosos archivos de la DFS, hoy Cisen, se podrían escribir cientos de novelas con los datos celosamente guardados de personajes míticos, entre los que también está el actual presidente Andrés Manuel López Obrador, quien seguramente ya leyó su propio expediente y sabrá ya si es del todo verdadero o falso su contenido.
Así que con esta medida el gobierno federal dice adiós al TOP SECRET y no habrá más archivos clasificados, bueno eso es lo que dice el presidente de la República.
Poeta y articulista.
