Es el segundo continente más grande y poblado, y tiene un tercio de los minerales del mundo; sin embargo, es la zona con peor gestión y mayor analfabetismo.
África es el segundo continente más grande y también el segundo más poblado del mundo, sólo después de Asia. Además, tiene el promedio de edad más joven a nivel global con 19.7 años. Su población está estimada en 1.4 mil millones de personas, lo que equivale a 18 por ciento mundial.
Cuenta con una gran biodiversidad, y el mayor número de megafauna, además de una gran cantidad de recursos naturales: tiene un tercio de todas las reservas minerales del mundo, más de 60 tipos diferentes, entre ellos 90 por ciento de los platinoides, 46 por ciento de diamantes y 40 por ciento de oro; también, 80 por ciento del coltán y 60 por ciento de cobalto.
Por esa misma razón, ha sido explotada históricamente, y a pesar de su riqueza en recursos, es el continente más pobre y menos desarrollado. El colonialismo, las epidemias, el analfabetismo por encima de 40 por ciento, los gobiernos corruptos, genocidios, esclavitud, violaciones a los derechos humanos y hambrunas son factores que la convierten en sinónimo de pobreza.
Actualmente, ese continente tiene 56 estados soberanos, 54 de ellos miembros de Naciones Unidas.
Entre los siglos XV y XIX el comercio de esclavos tuvo su auge; se calcula que fueron trasladados 12 millones hacia América.
Durante la época del colonialismo en África, a partir de finales del siglo XIX, 7 países europeos se repartieron gran parte del continente: Reino Unido, Francia, Portugal, España, Italia, el Imperio Alemán y Bélgica.
Aunque la economía africana está basada en el comercio, la industria y la explotación de los recursos naturales, sigue siendo uno de los continentes peor gestionados, y a pesar de algunos avances, el Índice de Desarrollo Humano de 2021-2022 de la ONU (http://bit.ly/3RvKafW) señala que de 175 naciones 25 africanas se encuentran en los últimos lugares.
Hambrunas y guerras
África ha pasado varias hambrunas, sobre todo en Etiopía, Kenia y Somalia. La última registrada fue en 2011 y afectó alrededor de 13 millones de personas.
Las guerras internas en el continente han estado presentes en el último siglo, entre ellas, los conflictos en Liberia, Chad, Sudán, El Congo y Somalia han dejado una crisis alimentaria y de desplazados: según la Organización Internacional para las Migraciones, de los 258 millones de migrantes que hay en el planeta, 14 por ciento, unos 29 millones, son nacidos en África. También se estima que hay al menos 8 millones de refugiados actualmente (http://bit.ly/3HWDVP4).
La cantidad de muertos por guerras es difícil de estimar; sin embargo, en los últimos conflictos se han contabilizado al menos 6 millones de muertes según datos del Banco Mundial (https://bit.ly/3YjqzSm).
Epidemias
Entre las epidemias que ha sufrido ese continente están la de ébola y la de VIH.
El ébola se detectó por primera vez en 1976, y aunque ha tenido varios brotes, el más mortífero fue el de 2014-2016 en la parte occidental, en el que hubo más casos y muertes que en todos los demás brotes juntos y se extendió desde Guinea y a través de las fronteras terrestres a Sierra Leona y Liberia, se estima que al menos han muerto 12,962 personas por esta enfermedad, 11,300 sólo entre 2014 y 2016.
Se calcula que a finales de 2021 había 38 millones de personas con VIH. De ellos, más de 25 millones se encuentra en África. En el mundo se estima que hay 2.5 millones de niños con el virus, 2.3 millones, en ese continente. Según datos de la OMS, en Sudáfrica hay alrededor de 5.7 millones de personas con el VIH/SIDA. En Suazilandia, 42 por ciento de las mujeres que asisten a clínicas prenatales están infectadas. Los niños suelen vivir con padres y familiares enfermos en hogares carentes de recursos por lo que no pueden continuar su educación.
Premios Nobel
África tiene 17 premios Nobel: 7 de la Paz, 5 de Literatura, 3 de Medicina, 1 de Química y 1 de Física.
Albert Camus, de origen argelino, fue el primero en obtener el de Literatura en 1957, el nigeriano Wole Soyinka en 1986, luego el egipcio Naguib Mahfuz en 1988; la sudafricana Nadine Gordimer en 1991, y el también sudafricano J. M. Coetzee en 2003.
El Nobel de la Paz, fue entregado por primera vez a un sudafricano, a Albert Lutuli, en 1960; en 1978 al egipcio Anwar el-Sadat; al arzobispo Desmond Tutu en 1984; Nelson Mandela y Frederik de Klerk en 1993, y al keniano Wangari Maathai en 2004.