Las cajas de ahorro nacieron hace siglos en España, pero es en los años cincuenta cuando aparecen en México al nacer la Caja Popular Mexicana, que posteriormente aglutinó a 65 cooperativas que en 1993 se fusionaron para operar en 26 estados de la República Mexicana. Después han venido surgiendo otras tantas y entre autorizadas y no autorizadas ya operan en el país más de 600 cajas.
Con el reciente escándalo provocado por la detención del abogado Juan Collado, presidente del Consejo de Administración de la Caja Libertad, se puso en duda nuevamente la seriedad y seguridad de tener el dinero invertido en estas instituciones financieras.
Todas las cajas de ahorro tienen quejas en la Condusef, unas más que otras, sin embargo, las que más inconformidades tienen son la Financiera Monte de Piedad y, por supuesto, la Caja Libertad que es señalada por realizar operaciones ilícitas, que han salido a la luz pública luego de la detención de su presidente y socio. Aun cuando Juan Collado, expresidente y socio de Caja Libertad sigue preso y bajo proceso, las 193 sucursales de esta institución siguen operando en 23 estados de la República.
Algunas de estas instituciones han registrado miles de reclamaciones, pero solamente unas cuantas son las que han tenido que pagar multas derivadas de dichos reclamos. En algunos casos los abusos de estas instituciones de ahorro y préstamo han dejado en la calle a los ahorradores, que no han podido recuperar sus depósitos, como es el caso de quienes tenían su patrimonio depositado en Cofisur y en Cofistmo aquí en Coatzacoalcos.
Una de las principales razones por la que los ahorradores prefieren a estas sociedades cooperativas de ahorro y préstamo, llamadas cajas de ahorro en vez de acudir a los bancos, es porque pueden ahorrar pequeñas cantidades con mejores interesas, así como acceder a pequeños préstamos, que no pueden obtener en los bancos, porque los requisitos son demasiados.
Supuestamente las cajas de ahorro no tienen fines de lucro, pero quién puede creer esto, si no hay quien ponga en riesgo su dinero sin esperar recibir nada a cambio. El problema se ha agravado porque muchas de ellas se han creado para lavar dinero de políticos o de empresarios dedicados a negocios ilíricos, que luego desaparecen tal como llegaron.
Quienes no tienen acceso a los servicios financieros de la banca, tienen esta alternativa, pero hay que tener mucho cuidado al elegir dónde poner su dinero. No es que todas las cajas de ahorro sean inseguras, sino que algunas de ellas, si no es que la mayoría carecen de experiencia y de pronto se ven rebasadas, así que si el ahorrador no escoge la adecuada su dinero puede estar en riesgo.
Muchas han aparecido y desaparecido sin dejar rastro, sus propietarios o directivos se van con el dinero de los ahorradores y nunca más se vuelve a saber nada de ellos, así que no hay como tener el dinero en los bancos, aun cuando los dividendos que pagan sean mínimos, la seguridad es mayor.
Quien desee invertir debe fijarse bien dónde va a guardar su dinero, no creerle a quien les baja el cielo y las estrellas, hay que estar en alerta y solicitar informes para saber si se trata de una institución seria o nada más busca atraer recursos para después cometer un fraude.
Lo recomendable es investigar sobre su seriedad, verificar si tiene fondo de protección al ahorro, y cuál es el estatus de operación en el portal de la Condusef (www.condusef.gob.mx/gbmx/?p=mapa-sofipo&ide=6).
Lo importante es no dejarse deslumbrar por las altas tasas que pagan, no hay que depositar ahí todo el dinero que se tiene y hay que revisar muy bien el contrato antes de firmarlo. Así que no guarde su dinero debajo del colchón, pero tampoco dentro de una caja insegura.
Es poeta, redactor y fotógrafo originario de Puebla, radicado en Coatzacoalcos, Veracruz. Ha escrito varios libros de poesía y narrativa como Archivo de Sueños, Corazón de Metal y El Lugar Común, así como el poema Viajar es Regresar.