JOHANA, aunque el presidente diga que el pueblo decidirá en consulta quien será el candidato –de MORENA, por supuesto- a sucederlo, en el fondo las cosas han sido y serán o deben ser ortodoxas. El pueblo vota en las elecciones, pero al candidato lo saca de la manga el presidente en turno después de cabildear con los grupos de presión y de poder.
A MIGUEL DE LA MADRID le faltaba poco más de un año para entregar el cargo de presidente de la República. En su voz al otro lado del auricular del teléfono rojo se notaba un marcado interés. “Don Lauro (Ortega, gobernador de Morelos) sé que tiene usted grandes amigos en el Grupo Monterrey y me gustaría que hiciera un sondeo entre ellos para ver por quien se inclinan para la presidencia de la República”.
Penetrar al mundo súper privado y muy exclusivo de los capitanes del Grupo Monterrey no fue tarea fácil. Cuando se les dijo a sus secretarios que “el señor gobernador le lleva un mensaje especial del señor Presidente y quiere dárselo personalmente”, se abrieron las puertas de BERNARDO GARZA SADA y LORENZO ZAMBRANO, empresarios referentes en el imperio de las poderosas empresas regiomontanas. Don LAURO partió al otro día temprano a Monterrey, en un jet ejecutivo que le proporcionó por órdenes de la Presidencia la entonces Procuraduría General de la República.
La primera cita fue una comida en las oficinas ejecutivas del Grupo Alfa, donde GARZA SADA recibió a don LAURO y a su reducida comitiva de dos personas en el lujoso comedor de sus oficinas. Después de preámbulos y saludos de viejos amigos, don LAURO le dijo a GARZA SADA que el presidente DE LA MADRID estaba sumamente interesado en saber a quién en el Gabinete preferirían como candidato a sucederlo, si JESÚS SILVA HERZOG o CARLOS SALINAS DE GORTARI.
(SILVA HERZOG FLORES era entonces secretario de Hacienda y Crédito Público, mientras que SALINAS DE GORTARI despachaba como secretario de Programación).
-¡Por supuesto que SILVA HERZOG! -exclamó GARZA SADA, con un tono que no dejaba a lugar a dudas. “Dígale al señor licenciado DE LA MADRID que no le busque más, que SILVA HERZOG será un gran presidente. Con él estamos todos los empresarios”.
-¿Por qué no SALINAS? –preguntó el gobernador de Morelos.
-No confiamos en él”, dijo secamente BERNARDO.
Después de tomar un descanso en el hotel Ancira, don Lauro y su comitiva se dirigieron a la casa de ZAMBRANO, una fortaleza en Chipinque a la que se llegaba por una carretera pavimentada de tres kilómetros después de pasar una inmensa reja de fierro. En la entrada de la mansión esperaban tres discretos guardias de corpus y un mayordomo que invitó a los visitantes a entrar a la “Sala Árabe”.
-El señor no tarda en llegar”, explicó el mayordomo para luego ofrecer bebidas. La música de fondo era de una pianista que nunca preguntó si deseaban alguna melodía. Media hora. Don Lauro, tranquilo.
Otro mayordomo nos invitó a pasar a la Sala Blanca, donde un pianista de color amenazaba con música romántica con volumen muy discreto.
-¡Don Lauro, amigo, qué gusto! -saludó Zambrano al bajar las escaleras de mármol de la residencia, para luego invitarlo a pasar a la mesa de la cena en la terraza desde donde se dominaba el paisaje nocturno de Monterrey.
Los dos meseros, –para cuatro comensales- ofrecieron lo que había: Langosta como quisieran los huéspedes, Pato al Orange, Trufa Blanca, Foie Gras y otras exquisiteces exóticas.
Plática entre viejos amigos, gran cordialidad y un ambiente que se prestaba para exponer el punto principal.
-Me platicó BERNARDO –comentó ZAMBRANO para entrar en el tema. “Dígale al señor Presidente que le agradecemos que nos tome en cuenta y si es SILVA HERZOG nosotros estaremos con él en todo por el bien del país.
-Qué me dice de SALINAS?
-Mire don Lauro, lo conocemos y conocemos a su familia. Lo que quiere es poder y más allá del gobierno…si llega. Ya lo verán.
El gobernador abordó el avión ejecutivo muy temprano y aterrizó en México en el aeropuerto de México, donde un helicóptero de la Presidencia lo esperaba para llevarlo a su cita con el presidente DE LA MADRID en Los Pinos.
No tardó mucho, quizá media hora. Abordó su Gran Marquis negro que lo llevaría a Cuernavaca y en todo el trayecto hubo silencio, con el ánimo de preguntarle cómo le había ido.
Meses después el Presidente DE LA MADRID nombraría embajador de México en España a SILVA HERZOG FLORES.
REFLEXIÓN: En este país manda el presidente, pero primero consulta, cabildea. Con la sociedad, pero también con los grupos de poder. Que nuestro amigo no se equivoque. En el caso particular de que AMLO abre la puerta a los suspirantes y aspirantes, es un distractor. No nos equivoquemos.
MONREAL ya dijo que la consulta popular no es lo mejor, respondiéndole a MARIO DELGADO “Titino”. Calificó de método absolutamente opaco y manipulable el de las encuestas de opinión pública para determinar candidaturas en Morena. ¡Para lo que le importa al Mesías!
P.D.-En otra columna les contaré cómo llegó FOX a la Presidencia.
R.P.D.-No sólo en Aguililla le faltan al respeto al Ejército y a la Guardia Nacional, también en Pantelhó, los altos de Chiapas, donde asaltaron un convoy de la GN y le quitaron todo el armamento.
Quince años como académico de la FCPyS-UNAM.
Premio Nacional de Comunicación 2015 «José Pagés Llergo», capítulo «Cátedra en Periodismo»