Gabriel Gamar
Su lealtad brilla en la oscuridad
Es siempre un fiel amigo guardián,
Con su mirada pura de amor constante
Es el refugio y la esperanza de su ama.
En cada ladrido, en cada salto
Su alegría es el bálsamo que calma
Es la paz de un día turbulento.
A su lado el hogar se vuelve pleno
Su presencia lo ilumina todo
Igual ilumina un día nublado
Que una noche sombría.
Con su mirada fiel en la puerta espera
Es un amigo sincero de corazón contento
Que recibe con su ladrido alegre
Que alerta con su aullido inquieto.
Busca las caricias con manotazos y besos
Brinca impaciente en cada regreso
No entiende de horas, ni de días
Solo sabe dar afecto sincero
Agradecido con la vida.
Su amor traspasa los muros
Parado en el quicio de la puerta
O asomado en las ventanas,
Siempre aguardando sin temor a nada
En la puerta paciente su figura espera,
Es un leal compañero, es un amigo sincero
Con una cola que agita en señal de gozo
Demostrando el cariño que siente.
Con una mirada pura y alegre
Se vuelve cómplice con sus ladridos
Con lengüetazos que son amor y paz,
Entiende sin palabras con cada lamido
Es más que un perro, es un hijo y un amigo,
Es el antídoto ideal para la soledad
Es el guardián, el cómplice fiel
Es el amigo y la bendición del hogar
Que anhela el regreso de su ama a casa.
Es un sitio digital abierto a todas las ideas, emociones, libertades, política, literatura, arte y cultura.
