Por Gabriel Gamar
La neblina también tiene su encanto
como también lo tiene la bruma,
entre la niebla los seres se esconden
entre la bruma los barcos navegan.
Con el rocío los bosques se mojan
con la llovizna los campos reverdecen,
con los rayos del sol las plantas florecen
y con la lluvia arroyos y ríos crecen.
La neblina y el bosque tienen su encanto
como también lo tienen la bruma y el mar,
el maravilloso mar que se convierte en océano.
Correo: gabriel_gamar@yahoo.com.mx
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