Inicio Sin categorizar EL PAPA FRANCISCO, SALVANDO LA VIDA

EL PAPA FRANCISCO, SALVANDO LA VIDA

201
0

EL PAPA FRANCISCO, SALVANDO LA VIDA

CONTRASEÑAS

Miguel Valera

+ “El verdadero poder es el servicio”, la política del Papa Francisco.

+ El jerarca católico, en franca recuperación.

+ ¿La dará tiempo de nombrar a su amigo Jorge Carlos Patrón Wong, Cardenal de la Iglesia Católica?

Miguel Valera

La Oficina de Prensa de El Vaticano informó esta mañana del viernes 28 de febrero de 2025 que el Papa Francisco pasó una noche tranquila, descansando. “Tras despertarse esta mañana, el Papa desayunó y leyó los periódicos con regularidad. Continúa la terapia prescrita, incluida la fisioterapia respiratoria”, indica el reporte informativo. Sus condiciones de salud, como se dijo el jueves, van “en mejoría”.

El jesuita Jorge Mario Bergoglio, el primer Papa americano, llegado de Argentina a Roma, vino a refrescar la política vaticana. Fue elegido el 13 de marzo de 2013 por el Colegio Cardenalicio y aun recuerdo la conferencia del 18, cuando contó que sentado al lado de su amigo el Cardenal brasileño Claudio Hummes, éste lo abrazó, le besó y le dijo: “No te olvides de los pobres”. Por eso tomó el nombre de Francisco, en honor a San Francisco de Asís —Giovanni di Pietro di Bernardone, un joven italiano rico de la provincia de Perugia que dejó todos sus bienes para abrazar el principio evangélico de la pobreza—.

Hubo quienes le sugirieron que tomara el nombre de Clemente XV, para vengarse de Clemente XIV, el Papa que suprimió a la Compañía de Jesús en 1773 por la presión de los monarcas de la región.

Al Papa le sorprendió que los periodistas tuvieran esos datos a la mano y bromeó en el sentido de que sí habían hecho su tarea y les aclaró que “la iglesia no tiene una naturaleza política, sino una espiritual”.

En esa ocasión me llamó la atención el respeto del Papa a la diversidad de pensamientos. Al concluir la conferencia dijo a los reporteros: “Sé que muchos de ustedes no son católicos o no son creyentes, así que les imparto mi sentida bendición a cada uno de ustedes silenciosamente, respetando sus conciencias, pero sabiendo que cada uno de ustedes es hijo de Dios. Que Dios les bendiga”, expresó.

Luego de llegar a Roma y conocer el tejemaneje de los pasillos vaticanos, impuso su estilo propio, de austeridad, de cercanía con los menos favorecidos, conquistando con su sonrisa a las multitudes. El 22 de diciembre de 2014, en la Sala Clementina, se reunió con la Curia Romana y les leyó la cartilla. Llamó a la “autocrítica” a toda la burocracia de la cúpula, ante “el mal de sentirse ‘inmortal’, ‘inmune’ e incluso ‘indispensable’”. “También existe el mal de la «petrificación» mental y espiritual, es decir, el de aquellos que tienen un corazón de piedra y son «duros de cerviz» (Hch 7,51); de los que, a lo largo del camino, pierden la serenidad interior, la vivacidad y la audacia, y se esconden detrás de los papeles, convirtiéndose en «máquinas de legajos», en vez de en «hombres de Dios» (cf. Hb 3,12)”.

A muchos no les gustó ese mensaje. Habló del “mal de la rivalidad y la vanagloria” y del “mal de la esquizofrenia existencial. Es la enfermedad de quien tiene una doble vida, fruto de la hipocresía típica de los mediocres y del progresivo vacío espiritual, que grados o títulos académicos no pueden colmar. Es una enfermedad que afecta a menudo a quien, abandonando el servicio pastoral, se limita a los asuntos burocráticos, perdiendo así el contacto con la realidad, con las personas concretas”.

Me hubiera gustado ver la cara de los burócratas de la Curia Vaticana. Ahí también se refirió al “mal de la indiferencia hacia los demás”, al mal de acumular y al “mal de la cara fúnebre”; “es decir, el de las personas rudas y sombrías, que creen que, para ser serias, es preciso untarse la cara de melancolía, de severidad, y tratar a los otros – especialmente a los que considera inferiores – con rigidez, dureza y arrogancia”. Este aggiornamento, como dicen los italianos, esta puesta al día o nueva modernización impuesta por el Papa Francisco no le gustó a la clase conservadora, quien desde que llegó al Pontificado le han puesto piedras en el camino. Los casos van desde la filtración de documentos financieros en lo que se llamó Vatileaks, hasta su plan de reformas institucionales. La crisis que ha enfrentado la iglesia en los últimos años, con la caída de la propia feligresía en el mundo, ha representado un reto para este pontificado. El Papa ha luchado no sólo sigue luchando contra las intrigas de los conservadores, también ahora, con la merma de su salud.

Coincido con una reflexión del maestro Bernardo Barranco, publicado hace un par de días en La Jornada: “La Iglesia ante la enfermedad de Francisco enfrenta su futuro con incertidumbre. La ultraderecha católica va por recuperar su hegemonía. Los débiles sectores progresistas se atrincherarán para defender posiciones. Francisco tiene el pendiente de coronar el sínodo sobre sinodalidad y el jubileo en la que presumiblemente firmaría su testamento. Pero Francisco tiene que librar, primero, la principal batalla de su existencia: salvar la vida”.

Entre sus cercanos, hay que decirlo, está monseñor Jorge Carlos Patrón Wong, el arzobispo de Xalapa, que podría ser llamado al Cardenalato y a ocupar el arzobispado primado de México. Monseñor José Rafael Palma Capetillo, obispo auxiliar de esta demarcación, podría tomar las riendas de la iglesia de Xalapa, la más importante de la Provincia Eclesiástica. Todo, de pronóstico reservado, contrarreloj.

@MValeraH

Artículo anterior¿TERRORISMO EN COATZACOALCOS?
Artículo siguientePELIGRO EN LAS CALLES
Es un sitio digital abierto a todas las ideas, emociones, libertades, política, literatura, arte y cultura. 

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí