Esas características que suelen acompañar a los seres humanos se encuentran por todas partes: bueno o malo, blanco o negro, opinar sin
pensar, enojarse e imponer; desde los ámbitos privados y ya no se diga en los públicos.
Tampoco ese dicho y lugar común del que se enoja pierde, pues a veces no y de nueva cuenta se presentan imposiciones, gusten o no.
Viene a colación por el desencuentro público en Palacio Nacional el viernes anterior, entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y la periodista Nayeli Roldán, del sitio Animal Político.
El primero respondió a la segunda que su pregunta relativa a que el general Audomaro Martínez, titular del Centro Nacional de Inteligencia de la
Secretaría de la Defensa, fuera a relatar las actividades de espionaje, a explicar contratos con Pegasus –tecnología de punta en esas tareas de
seguridad-.
Pues otra vez no, al Palacio nadie va a “imponer agenda” a sus conferencias y disertaciones matutinas que, otra vez, le hacen el juego a los conservadores y reaccionarios de todo tipo.
Y puntualizó el ejecutivo federal que ese Centro hace inteligencia, no espionaje, en aras de la seguridad.
Luego, ya molesto por los cuestionamientos de la periodista, se fue parejo contra la mayoría de los medios de comunicación y de los comunicadores:
“no es a partir de lo que a ustedes les conviene, que son contrarios a nosotros”.
Esta y otras declaraciones denotan un presidente que en sus discursos matutinos dice lo que le conviene sustancialmente a él y a su gobierno.
Es evidente que sabe y muy bien lo que hacen esos Centros, incluso es un político que claro que sabe y muy de fondo lo que es el espionaje, al que fue sujeto por muchos años.
Pero lo cierto es que las preguntas de la periodista no merecían ese tamaño de molestia que afecta las alturas, no era por ahí, otra vez se le pasó el temperamento que se da en el poder desde el poder.
Así que un llamado a la serenidad en una democracia que se precie de serlo Y si no es mucho solicitar, más ecuanimidad, respeto, con las mujeres, como con la periodista Nayeli Roldán.
Atraques:
A propósito de Tamaulipas. Vaya que el asunto del atentado que ocurrió contra cuatro estadounidenses –dos fallecidos, un herido y una ilesa, así como una chica mexicana muerta sin deberla ni temerla alcanzada por una bala perdida en el tiroteo- ni de lejos puede sorprender. El periodista Roberto Fuentes Vivar recordó en reciente entrevista que desde 1977, cuando fue a hacer un reportaje a aquella entidad limítrofe con Estados Unidos, ya los personeros del narco hacían y deshacían en todos los órdenes.
Ahora sí muy complicada la situación jurídica del exdirector de Petróleos Mexicanos, Emilio Lozoya Austin, quien ya no ve lo difícil sino lo tupido luego de la Fiscalía General de la República rechaza la reposición de 200 millones de pesos por el asunto de Odebrecht. Si no hay arreglo le pueden sentenciar a 40 años de prisión.
Esto no ha de tener muy sereno, entre muchas otras situaciones, al expresidente Enrique Peña Nieto, que está viendo los toros desde Madrid.
Vienen los tiempos meteorológicos conocido como de sequía, que afecta de una u otra manera a la agricultura, a la industria y por
supuesto a ciudades y pueblos. Más que andar haciendo corajes, el gobierno ya ha de emprender una enorme campaña de uso racional de agua en todos los órdenes referidos, entre muchas otras que faltan de orientación y prevención.
Escritor y periodista
