Por Gabriel Gamar
Una noche de copas
ya no te encontré en el breve espacio,
tu vida y la mía dejaron de coincidir;
no sé tú, pero yo quedé desecho
como Silvio Rodríguez
cuando perdió su unicornio azul.
Y le dije a la luna cuánto te amaba,
cuánta falta me hacías para vivir
aunque no pudiera seguir tu vuelo
y tu olor a peligro me hiciera sufrir.
Llenaste tu espacio y yo seguí mi viaje
y entre fincas de adobe al final me perdí;
y hoy en la distancia, aún disfruto a solas
las cosas de la vida que contigo aprendí.
Correo: gabriel_gamar@yahoo.com.mx
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