El presidente Andrés Manuel López Obrador lo ha dicho y lo dirá cuantas veces sea necesario, le sea útil y siga siendo su identificación en la historia y en el futuro sexenal: lo suyo es el pueblo.
Ni le preocupan la oposición ni las élites económicas porque es evidente que sabe que se defienden solas y que harán lo posible con gran cantidad de recursos intentar, en lo que le queda de gobierno, al menos neutralizarlo.
En su discurso con motivo del cuarto año de administración y a sabiendas que le quedan 24 meses, se volvió a dar, a lo largo del Paseo de la Reforma y hasta el zócalo de la Ciudad de México, un acercamiento con miles de personas
Muy hábilmente volvió a descartar la relección presidencial y espera irse con el respaldo que vivió ayer de simpatizantes y militantes de política morenistas, que por cierto van por todas.
Y de paso calificó su proyecto de cuarta transformación de “humanismo a la mexicana” en donde “todas las voces son escuchadas” aunque tienen prioridad los marginados y pobres que como es bien sabido, hay millones aún en el país, otra vez, su pueblo.
Así que el centro de la Ciudad de México quedó semiparalizado por más de siete horas con la llegada de todo tipo de transportes, desde Bajacalifornia hasta Quintana Roo.
Arribaron estudiantes, mineros, electricistas, petroleros, maestros, trabajadores, campesinos, profesionales, gobernadores, alcaldes, legisladores, funcionarios, burócratas, jueces, espías y hasta curiosos.
López Obrador estuvo acompañado casi todo el tiempo de los “hermanos” y participantes en la justa en pro de la candidatura que se jugará en el 2024: Claudia Sheimbaun, Adán Augusto López y Marcelo Ebrard Casaubón.
Por allí saludó a cientos de personas a su paso y se tomó cuantas fotos de celular le solicitaron.
Incluso se le acerco la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, a quien saludó sin demasiada efusividad y lo mismo con Mario Delgado, el dirigente de Morena.
Cumplida la marcha, el escenario de espaladas a la Catedral, dio su discurso de cuarto año de ejercer, muy a su modo, eso sí, el poder.
Atraques:
1. El ausente a este cuasi referéndum fue el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, Ricardo Monreal, quien por lo que se ve está fuera de cualquier posibilidad de entrarle a la candidatura vía Morena. A buscarle por otro lado y como dice la canción: la puerta se cerró detrás de ti.
2. La muerte a tiros del general de brigadier José Silvestre Urzúa Padilla, coordinador de la Guardia Nacional en Zacatecas, ocurrida en el municipio de Los Pinos el jueves anterior, denota que las bandas del narco no se andan por las ramas y que este fenómeno delincuencial aun está lejos de equilibrarse.
3. Muy lamentable la explosión ocurrida ayer en una planta fraccionadora de hidrocarburos este domingo en el complejo petroquímico de La Cangrejera, en Coatzacoalcos. Esta planta fue la más moderna de América Latina en las décadas de los setentas y ochentas. Luego la dejaron caer de manera inadmisible. Mucho por recuperar este gran complejo que alimenta a sus similares de Pajaritos, Morelos, Cosoleacaque y la refinería Lázaro Cárdenas de Minatitlán.
Escritor y periodista
