La violencia no se acaba ocultándola, la violencia se combate todos los días. Tengamos bien claro, que la violencia mata, destruye familias, apaga sueños y quita las ganas de vivir, esas ganas de seguir luchando. Que no sea un tema importante en el día a día de las personas que tienen herramientas suficientes para frenarla o mínimo intentar frenarla es realmente preocupante.
Hace unos días el presidente de la República Mexicana Andrés Manuel López Obrador, dio a conocer su segundo informe de gobierno, en el cuál afirmaba que todos los delitos se redujeron en comparación con años anteriores, incluyendo el feminicidio.
“Casi todos los delitos han disminuido en con comparación con 2018, hay menos secuestros, feminicidios, robos a transeúntes, a transportistas, menos robo de vehículos, menos robo en transporte público colectivo, menos robo en transporte público individual, menos robo a negocios y menos robo a casas habitación” mencionó el presidente mexicano.
El 2018 quedó marcado pues fue el año más violento en la historia de México hasta esas fechas, sin embargo el 2019 lo aplastó y el 2020 aunque aún no termina, todo parece indicar que también superará las sangrientas cifras del año pasado.
Querido lector por darte cifras en el 2018, se registraron 500 feminicidios en todo el país, mientras que en los mismos meses, pero de 2019, este número aumentó hasta 519 y tan sólo en el periodo de enero a julio de 2020, durante el segundo año de gobierno del presidente, se suman 549 feminicidios en el país. (Cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP))
En junio, los feminicidios alcanzaron la cifra más alta en lo que va de 2020, pues se registraron 99 asesinatos de mujeres por razón de género, sumándose 489 durante el primer semestre de 2020.
Y es donde yo me pregunto ¿Qué disminuyo?, porque la violencia hacia las mujeres se está viendo a diario, cada día mueren 11 mujeres al día y la corrupción a la hora de exigir justicia por ellas es dominante en todos lados.
No hablar del tema es una de las cosas más preocupantes de este sexenio, como si ser mujer en México fuera un delito, cuando es un peligro que se tiene que acabar.
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