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Neuroestimulación, una tendencia reciente para mejorar condiciones de parkinson, depresión y migraña: Pablo Rudomin

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  • En una nueva sesión del ciclo Las neurociencias en México y el mundo, coordinado por el colegiado Pablo Rudomin y Ranier Gutiérrez, del CINVESTAV, se habló de la activación directa de las neuronas con pulsos eléctricos pequeños para reorganizar y restaurar sus conexiones.
  • Neuroestimulación en Parkinson, depresión, migraña y dolor fue el nombre de la conferencia impartida por los especialistas en ciencias biomédicas Oscar Arias-Carrión y Rómulo Fuentes Flores.  
  • “Hay una tecnología cada vez más segura y con menores riesgos, se utilizan electrodos que son insertados, implantados en el cerebro, y hay distintos modelos”, según se requiera, sostuvo Rómulo Fuentes Flores. 

La neuroestimulación en Parkinson, depresión, migraña y dolor es una tendencia muy reciente que se ha encontrado para tratar estas condiciones, cuando las conexiones cerebrales se dañan y las habilidades se pierden, aseguró Pablo Rudomin, miembro de El Colegio Nacional y coordinador del ciclo Las neurociencias en México y el mundo.  

Durante la sesión, titulada Neuroestimulación en Parkinson, depresión, migraña y dolor y transmitida en vivo el 27 de marzo por las plataformas digitales de la institución, el colegiado recordó que el sistema cerebral es complejo que produce conexiones entre sus elementos que permiten alcanzar una variedad de habilidades que van desde cepillarse los dientes hasta resolver ecuaciones. “Cuando estas conexiones se dañan por accidente del cerebro vascular, por una lesión vascular o por envejecimiento, estas habilidades pueden perderse”. Motivo por el cual algunos médicos utilizan la neuroestimulación para mejorar padecimientos como el Parkinson.  

De acuerdo con Rudomin, esta técnica consiste en la activación directa de las neuronas en distintas áreas del cerebro, a través de pequeños pulsos eléctricos que permiten reorganizar los circuitos neuronales. En la conferencia, también coordinada por Ranier Gutiérrez, del Cinvestav, participaron los especialistas en ciencias biomédicas Oscar Arias-Carrión Rómulo Fuentes Flores, quienes profundizaron en el tema.  

Al tomar la palabra, Oscar Arias-Carrión, investigador del Instituto de Fisiología Celular, adscrito al Hospital General Dr. Manuel Gea González, se refirió a la neuromodulación, es decir, el uso de la electricidad para modular la función cerebral.  

“La energía eléctrica se entrega a través de tres técnicas muy conocidas: la estimulación transcraneal con corriente continua, la estimulación magnética transcraneal y la estimulación profunda”. La dosis de la neuromodulación es determinada por la posición y forma de los electrodos, la bobina, así como la forma de la onda electromagnética aplicada a los electrodos.  

En palabras del especialista, la estimulación magnética transcraneal es una herramienta para la investigación y para el diagnóstico. “Partimos del principio de Faraday, en el momento en el que se da un estímulo sobre la superficie del cráneo, se libera un toque eléctrico que al tocar la superficie del cerebro se comporta como un campo eléctrico. Esta estimulación no genera dolor. Es una irrupción transitoria, segura y es de efecto irreversible”.  

Funciona de la siguiente manera: el pulso eléctrico liberado interrumpe la actividad eléctrica del cerebro y durante algunos segundos es capaz de sincronizar a una población de neuronas específicas. Se puede estimular, por ejemplo, la corteza auditiva y la migraña, en la que se ha alcanzado una tasa de respuesta al dolor a las dos horas. Esta actividad se puede realizar con anestesia, en el sueño, en reposo, con los ojos abiertos o cerrados.  

“La estimulación magnética transcraneal parece una técnica maravillosa, pero le faltan muchas cosas, como responder a las preguntas: ¿cuál es el origen cortical?, ¿el origen de las regiones no motoras?, ¿cuáles son las dependencias del estado? y ¿cómo podemos cambiar la actividad del cerebro en condiciones patológicas?”.  

Para Arias-Carrión, esta estimulación tiene muchos retos y desafíos, es necesarios desarrollar nuevas técnicas para comprender la fisiología del cerebro humano y lograr así una correcta prevención, diagnóstico, rehabilitación o tratamiento.  

El experto puntualizó que ya existe un sistema monopolar portátil de estimulación magnética transcraneal, conocido como el Spring TMS que funciona como tratamiento abortivo de la migraña. “Es un dispositivo de bolsillo, cuando el paciente tiene migraña se coloca el aparato en la cabeza para estimular las neuronas y en algunos casos lo logra”.   

Agregó que, en relación con las enfermedades más complejas como el Parkinson, se puede impedir que la cantidad de neuronas dañadas aumente y también se puede mapear la condición del estado excitable de la corteza motora. Bajo un protocolo de excitación de áreas, se pueden detectar las más lesionadas y, potencialmente, se podría ir compensando las lesiones. “Entre las desventajas se encuentra que solo la corteza cerebral puede ser estimulada y dificulta la técnica para medir el nivel de estimulación, por eso, uno de los retos es mejorar su elaboración y para ello se trabaja constantemente”. 

Por su parte, Rómulo Fuentes Flores, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, hizo referencia al funcionamiento de la microestimulación eléctrica del cerebro y de la médula espinal.  Sostuvo que la neuromodulación, la estimulación eléctrica del cerebro no es algo nuevo, pues el primer registro de la electricidad como uso terapéutico es de hace más de 2 mil años y fue propuesto por un médico romano, que invitaba a utilizar un torpedo negro vivo, es decir, un pez eléctrico sobre el punto del dolor.  

“Hoy en día no se usan peces eléctricos, hay una tecnología cada vez más segura y con menores riesgos, se utilizan electrodos que son insertados, implantados en el cerebro, y hay distintos modelos”. A pesar de los avances, las técnicas de electroestimulación en general son sucias, explicó el experto, en el sentido de que reclutan todo el tejido excitable que se encuentre alrededor, por lo que hay poca especificidad, un aspecto que tal vez pueda resolverse en el futuro.  

Afirmó que actualmente se utiliza la neuromodulación para muchas patologías como la migraña, la depresión, la epilepsia y el Parkinson. Se necesita un impulso eléctrico, porque las neuronas, que son el ladrillo fundamental del sistema nervioso, son células que se comunican de manera eléctrica. “Las neuronas tienen una parte de entrada donde llega la señal química, lo que se conoce como neurotransmisores.   

Con estas señales eléctricas se envían transmisores que excitan o inhiben la neurona, si se alcanza un nivel de excitación, se transmite una señal eléctrica hasta el otro polo de la neurona que también genera excitación de neurotransmisores, lo que a su vez provoca la activación de un músculo y del sistema nervioso”.  

“Las neuronas no están solas, están acompañadas de otras y cuando están conectadas forman lo que se conoce circuitos funcionales”. Se estima que el cerebro humano tiene aproximadamente 86 mil millones de neuronas con alrededor de unos 150 millones de millones de conexiones, conexiones que diferencian el cerebro humano del de otras especies, y que lo vuelven complejo, detalló Fuentes Flores. 

De acuerdo con el especialista, la lógica de las conexiones cerebrales depende de tres momentos; la entrada al cerebro, el procesamiento y la salida del cerebro. Existe una médula espinal, núcleos de la base y una corteza cerebral. “Muchas de las acciones que hacemos día a día están generadas por circuitos neuronales que están en la medula y el tronco encefálico, pero que su selección se produce mediante los núcleos de la base”.  

En la enfermedad de Parkinson, por ejemplo, los problemas ocurren en los núcleos de la base y el tratamiento consiste en restituir el neurotransmisor que falta, la dopamina, y que viene de un núcleo específico del cerebro ubicado en el área que se degenera cuando la enfermedad se produce. “Esto ocurre en un periodo de años y cuando la dopamina se termina aparecen estos síntomas motores. Por lo que este padecimiento se trata mediante la estimulación eléctrica de los núcleos de la base”. 

“Los parámetros de estimulación son fundamentales para la obtención del efecto terapéutico que se quiere ver”. Los parámetros para la estimulación eléctrica son tres: el ancho de pulso, que corresponde a la dimensión de tiempo que demora el pulso; la intensidad, que se refiere a la cantidad de corriente; y la frecuencia, que es el número de pulsos que se van a administrar por segundo. “La pregunta es ¿cuál es la mejor combinación para cada paciente?”.  

La conferencia Neuroestimulación en Parkinson, depresión, migraña y dolor, coordinada por el colegiado Pablo Rudomin Ranier Gutiérrez, del CINVESTAV, se encuentra disponible en las plataformas digitales en las redes sociales de esta institución:

Página web: www.colnal.mx

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