El jueves por la noche un gran amigo y abogado de Guadalajara me envió este mensaje que transcribo textualmente: “Acabo de escuchar la declaración de la secretaria de la “Burla” (digo, Función) Pública y me dio asco y vergüenza como ciudadano mexicano oír la pendejada sobre la exoneración de Manuel Bartlett”.
En efecto exonerar de cualquier posible conflicto de interés, tráfico de influencias y enriquecimiento oculto al director de la CFE, Manuel Bartlett Díaz ofende a los mexicanos que aún creen en los tres principios del presidente de la república que son “No mentir, no robar y no traicionar al pueblo”.
En verdad que es de dar vergüenza escuchar a Irma Eréndira Sandoval decir que, de la indagatoria realizada por el ocultamiento de los bienes y empresas de la pareja de Bartlett, Julia Abdala y de sus hijos se desprende que no hubo conflicto de interés toda vez que basándose en la temporalidad de los hechos denunciados, Bartlett no tiene injerencia alguna en el control de estas compañías.
Al cesto de la basura se fueron las más de 30 denuncias presentadas en contra del titular de la CFE por haber ocultado 25 inmuebles y 12 empresas propiedad de su concubina y sus hijos. Ahora resulta que un funcionario público no está obligado a reportar el patrimonio de su “novia”, porque ésta no es ni su esposa ni su concubina (siendo que don Manuel ya está bastante grandecito para andar de novio) y por otro lado sus hijos, dicen, no dependen económicamente del director de la CFE, cuando todo el mundo sabe que los funcionarios públicos están obligados legalmente a presentar las declaraciones patrimoniales de todos sus familiares y allegados.
Con esta resolución queda demostrado una vez más, que la honestidad valiente de la que mucho se ha hablado en esta 4T, no es más que un slogan de campaña que no aplica para los morenistas, sobre todo no para quienes son leales a este proyecto como el caso de Manuel Bartlett quien cuenta con una enorme fortuna que por donde se le vea no concuerda con los ingresos legítimos que obtuvo siendo gobernador, secretario de estado o legislador.
“No hay intocables” dijo Eréndira Sandoval y “seguiremos actuando con la ley en la mano”. ¡Sí cómo de que no!
Poeta y articulista.
