Por RENÉ DEL VALLE BOSAS
Pasó el primer proceso electoral de este año y en cuestión de horas sabremos quiénes son los ganadores de las alcaldías.
Por lo pronto ya el PRD se dijo ganador en Chiconamel y horas antes, Morena había afirmado que se llevaría el carro completo en las elecciones extraordinarias de los cuatro municipios.
El dato oficial lo dará a conocer el OPLE el miércoles después del cómputo que ya anunció.
Ahora sigue otro proceso electoral que tiene ocupado a un amplio sector de la población veracruzana, pues se trata de la renovación de las dirigencias de las secciones 32 y 56 del SNTE.
La votación en este caso tendrá lugar el próximo viernes primero de abril y dos grupos hacen fuerte presión para quedarse con la secretaría general de la Sección 32.
Uno está identificado con la parte oficial, es decir, el gobierno representado en ese caso por el titular de la SEV Zenyazen Roberto Escobar, de quien dicen que está apoyando a Enrique Velázquez Pérez de Reivindicación Democrática Magisterial.
Zenyazen jura y perjura que él no está metiendo las manos en el proceso y ha dicho que se declara respetuoso del proceso sindical y que se mantendrá al margen del mismo.
Pocos o muy pocos le creen a Escobar García y esto sería parte de lo que le da una relativa desventaja a Velázquez Pérez, pues al identificarlo como el oficialista, muchos maestros se están decidiendo por otro candidato.
El otro grupo que también presiona es el Equipo Político que coordina Juan Nicolás Callejas Roldán, quien impulsa la candidatura de Daniel Covarrubias López del Equipo Político, de quien no todos hablan bien y muchos lo ven como más de lo mismo y por eso le piensan para darle su voto.
Ya veremos el próximo viernes cuál grupo ha sabido operar mejor para obtener el voto de los docentes, aunque hay quienes piensan que se puede repetir la historia del sindicato petrolero, donde se impuso el grupo que ya tenía el control sindical y ganó Ricardo Aldana.
El otro proceso será a nivel nacional y se desarrollará el 10 de abril para saber si el presidente Andrés Manuel Lépez Obrador continúa en la presidencia otros tres años o debe dejar el cargo por decisión de los votantes.
Aquí hay que apuntar que para que sea vinculatorio, es decir para que se reconozca la validez del proceso, deberá comprobarse una participación de al menos el 40% de personas inscritas en el padrón electoral.
Lo que es evidente hasta ahora es que Andrés Manuel tiene amplias posibilidades de ser ratificado en el cargo, a pesar de que no ha cumplido su compromiso de abatir los altos índices de inseguridad.
A pesar también de que no ha resuelto el problema de la escasez de medicamentos en hospitales públicos y de la falta de apoyo a niños con cáncer.
Asimismo a pesar de que la corrupción que prometió combatir, continúa igual que antes en el gobierno, empezando por el enriquecimiento y el nivel de vida ostentoso de su hijo José Ramón, de sus hermanos y de varios de sus colaboradores y amigos cercanos.
Con todo y eso, analistas aseguran que Andrés Manuel ganará el 10 de abril y seguirá como presidente el resto de su sexenio, pues ejerce un fuerte liderazgo en un amplio sector de la población que se beneficia con la pensión universal, con las becas y con los programas sociales de Bienestar.
La noche del 10 veremos a un López Obrador sonriente y satisfecho, aunque no participe el 40% de los votantes.
Al tiempo.
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