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Periodismo fugaz

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Gerardo Galarza

Una de las pocas cosas que tengo que «reclamarle» al periodismo es lo fugaz. Ya saben: el periódico de ayer solo sirve… (me gusta la versión de «madurar aguacates»).

Pero ayer y antier y desde hace mucho se han publicado notas y reportajes que sacudieron, cambiaron el rumbo, ayudaron a formar a sus lectores o a decidir o que simplemente les descubrieron algo interesante.

Ejemplo fácil: los reportajes de Proceso fueron fundamentales para documentar los desvíos en el gobierno de JLP, que terminó su sexenio marcado como corrupto.

No todos recuerdan cuándo y dónde la leyeron y menos quién escribió la nota (el reportaje «la colina del perro» fue de Guillermo Correa en septiembre de 1982). O los reportajes en Proceso del gran Ignacio Ramírez sobre el Partenón de Arturo Durazo en Zihuatanejo , y sobre el penthouse de la señora López Portillo en Acapulco de Paco Ortiz Pinchetti, y la residencia de Carlos Hank González en Connecuit, de Memo Correa, como recuerda Gerardo Galarza. Pero todos recordamos quién fue López Portillo.

Algunos buenos textos periodísticos han sido rescatados en internet o publicados en pequeñas ediciones, que ya son difíciles de conseguir. Pero son la minoría. Los más importantes están arrumbados en alguna hemeroteca y son (casi) imposibles de encontrar.

Lo mismo pasa con manuales, autobiografías o compilaciones de textos escritos por periodistas de los últimos 50 o 60 años.

Acabo de conseguir, por ejemplo, dos libros, que me hacen muy feliz.

Uno me lo regaló Miguel Ángel Sánchez de Armas: esa especie de manual de periodismo que escribió Manuel Buendía, llamado «Ejercicio Periodístico».

Otro lo conseguí en Kindle: las Crónicas Súbitas de Marco Aurelio Carballo, publicado hace poco (él falleció en 2015) y con un prólogo triple: Rafael Cardona, René Avilés Fabila y Froylán M. López Narváez. Carballo, ya lo he comentado aquí, fue el primer jefe de información de Unomásuno.

En el de Buendía, por cierto, se ofrece una especie de explicación sobre lo fugaz del oficio periodístico y por qué olvidamos -y debemos olvidar- tan pronto a los periodistas:

«El periodismo no nos permite `vivir de lo que fue’, los periodistas no andamos por ahí como veteranos de una guerra ya olvidada, luciendo antiguas condecoraciones».

Yo no coincido con Buendía. Al contrario: yo creo en la memoria.

Si me dejan, en los próximos días les comparto algunos de los que he conseguido últimamente.

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