Foto por David McNew/Getty Images
El amor es algo que no se puede medir, ni hay instrucciones para llegar a él, es algo que se siente, que puede ser intangible o tangible. Por ejemplo, son muestras de amor cuando tu mamá se preocupa (o preocupaba) si llegas tarde, cuando tus abuelos te dan o daban dinero a escondidas o cuando logras algo por ti mismo y te sientes orgulloso por amor propio.
Creo que el amor es algo que mueve masas, fronteras y disminuye balas. Amar a los demás es un acto de valentía, pero amarse a sí mismo es un acto necesario que no debe ser cuestionado. Nadie tiene por qué cuestionarte con el amor que tú ofreces, ni a quién se lo ofreces.
Este es un mes importante para las personas que luchamos por la igualdad, por las que creemos que nadie debe ser juzgado por querer a quien tú decidas. En este mes se celebra el Día Internacional del Orgullo LGBTTTIQ (lesbianas, gais, bisexuales, transexuales, transgéneros, travesti, intersexual, queer). También es conocido como Día del Orgullo LGBTTIQ, es una serie de actos que la comunidad celebra anualmente de forma pública para instalar la igualdad de su colectivo.
El «orgullo LGBTTTIQ» se basa en que ninguna persona debe avergonzarse de lo que es, sea cual sea su sexo biológico, su orientación sexo afectiva, su identidad sexual o su rol de género. Desde un punto de vista lingüístico, el término «orgullo» designa “el amor propio o la estima que cada persona tiene de sí misma como merecedora de respeto o consideración”.
Sé que los tiempos actuales son muy diferentes a los que vivieron mis padres e incluso muy distintos a los que vivieron mis abuelos, pero a pesar de que la discriminación ya no es tan agresiva como en aquellos tiempos, se sigue reprimiendo a las personas que no son heterosexuales, lo cual se me hace un acto de egoísmo porque nadie puede decidir por los demás.
Vivir tu sexualidad no debe ser cuestionado por las demás personas, es un acto personal que tú decides por ti y para ti.
Pero sobre todas las cosas creo que este mes debe ser el mes del respeto, siento que ese es el valor más importante y el que más le hace falta a nuestra sociedad actualmente, aprender a respetar las decisiones de los demás. Tu felicidad no debe de depender de lo que los demás piensen, es tu decisión y solo tú decides.
*Estudiante de Comunicación en la Universidad Veracruzana.
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