En 1976 filmábamos en el CUEC una escena romántica… yo era el «actor» y Selma Beraud la novia. Parque Hundido… «Cámara!» anunció Rafael Montero y allá nos dábamos ese beso apasionado… yo puse cara de pasmo.
«Corte!», gritó el director… y es que nunca había sentido una lengua en mis amígdalas! Selma, Selma, la tremenda activista del 68 y después, amiguísima de José Revyeltas y Luis González de Alba (ella fue quien lo apodó «el lábaro»).
Y luego el tremebundo romance con el autor de «los amorosos»…. ¡ ah, Selma !, tu entusiasmo y tu belleza, que tanto echaremos de menos ahora que has echado el vuelo, tan alto y último.
Escritor y periodista o periodista y escritor, David Martín del Campo, combina el conocimiento con el diario acontecer y nos brinda una deliciosa prosa que gusta mucho a los lectores. Que usted lo disfrute.
