Inicio POLÍTICA Sin censura; mejor muertos…

Sin censura; mejor muertos…

491

Al presidente de México no le inquietan ciertas realidades, la más presente por ahora, el asesinato del noveno reportero en el presente año.

Luis Enrique Ramírez, de Sinaloa, fue golpeado hasta quitarle la existencia, pero no hay denuncia, hay miedo y el gremio en el estado señala la impunidad de estos crímenes y afirma que el miedo a los narcos tiene paralizada a la justicia.

Resumiendo, 57 informadores asesinados bajo la férula del pejeasnato en tres años, y nueve en lo que va de este año. Sin siquiera buscar a los autores; hoy somos el segundo país más peligroso del orbe y primero en crímenes contra periodistas.

En Ucrania, nación bajo el asedio de tropas extranjeras y sometido a bombardeos constantes, se ha registrado un solo reportero de CNN muerto.

El Ejército tan dispuesto a intervenir cuando se desató la violencia a la orden del gobernador de Michoacán, Lázaro Cárdenas, se encuentra paralizado por el miedo.

¿Cobardía? Pienso que la acumulación de billetes es la mayor causa de los miedos. Antes perdían la vida que la dignidad. Hoy preocupados por sus múltiples chambas como albañiles, administradores y simples porteros de residencias palaciegas, no se arriesgan.

Curioso que las autoridades gringas rechacen todo trato, toda relación con los verdes y anuncie que en las operaciones armadas en México sólo aceptarán a la Marina.

Un corchetito: en el Ajusco o cerca, hay un centro de adiestramiento controlado por la Marina, pero bajo supervisión de personajes con credencial diplomática de Estados Unidos.

Se dio un incidente cuando agentes federales detectaron una camioneta con hombres armados.

El chofer, un marino mexicano y el resto personal diplomático yanqui. Los policías nacionales fueron sometidos a juicio porque tripulaban un auto común sin distintivos.

De paso, vale mencionar que en dicho campo de entrenamiento tienen cabida ciertos particulares. Ignoramos el procedimiento para su inscripción.

Sigamos. Tampoco se cuenta con la Guardia Nacional, los del característico uniforme gris rata, porque no es lo mismo enfrentar a hombres armados que pueden responder a balazos, que tirotear un vehículo en fuga tripulado por un joven.

PASEANDO ANDO.- El presidente de México llegará a Cuba en el final de su periplo centroamericano. Con pleno convencimiento estoy seguro que no tendrá la recepción popular que en tiempos lejanos le brindaron a José López Portillo.

Desde el aeropuerto de Rancho Boyeros hasta el centro de La Habana, se alineaba la gente, aplaudía, gritaba vivas a México y con bongóes y tumbadoras cantaba y bailaba.

No eran acarreados. Todavía existía la euforia revolucionaria, la idolatría por los barbudos. Todo, exacerbado porque ante una amenaza de Estados Unidos, previa al viaje del mexicano, éste pronuncio las palabras mágicas: Lo que hagan a Cuba lo sentiremos como propio…

Fue la locura. Identificado en cualquier calle como mexicano, la gente se acercaba, te tocaban la espalda, te daban la mano y algunas damas extremaban con un abrazo y beso en el cachete.

Nada de eso disfrutará el PejEgo a quien por pura discreción evitarán mencionarle los asesinatos recientes, las masacres callejeras, los ametrallamientos que son el pan nuestro de cada día.

Hoy sin duda los sindicatos deberán aportar a quienes en las calles alineados burocráticamente, darán la bienvenida a un visitante que, también sin duda, les es indiferente y en ciertos casos antipático.

Las fotos de la recepción a Jolopo, muestra a infinidad de jóvenes trepados en monumentos y farolas callejeras, agitando la enseña tricolor.

Guste o no, será la diferencia. Con errores y más, contra un gobierno de aciertos mañaneros y trágicas realidades cotidianas.

Y como pregunta ¿a quien se le ocurre imponer una presencia, cuando al país anfitrión le asestan una desgracia con muchos muertos e infinidad de desaparecidos?

No digo que sea culpa del visitante, pero un poco de sensibilidad daría mejor resultado en la relación entre las dos naciones. O aprovecharemos y ofreceremos el oro y el moro para consuelo de las víctimas. Consuelo que se escatima a deudos de la Línea 12…

Artículo anteriorDonación de sangre, del altruismo al robo/ Cinco opiniones
Artículo siguienteCOSA DE PRENSA / México y Rusia
Periodista antediluviano, corresponsal en el exterior y reportero en méxico.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario
Por favor ingrese su nombre aquí