Columna de DENISE DÍAZ RICARDEZ
Y pobre de aquel que ose no darse cuenta
Hay mujeres en todas partes: en ciencia, en política, en economía, en familia, en el espacio exterior y en todos lados. No es que antes no las hubiera, solo que ahora las vemos y las podemos ver en los espacios de poder y toma de decisiones.
Las mujeres han ganado terreno en todos los ámbitos y no es por moda, es el resultado de muchas luchas sociales, es un logro que les ha costado muchos años.
Generaciones enteras peleando un lugar en la escuela; en los trabajos; en la sociedad y hoy aunque el terreno no lo tenemos ganado, ya llevamos mucha ventaja.
Y, reitero, no es una moda, las mujeres han mostrado capacidades excepcionales para lograr todo lo que se proponen con armonía, empatía y sensibilidad, ¡caray! no me negara que hasta la energía es diferente cuando entra a un lugar y hay solo mujeres.
La mujer es magia, es belleza, es orden, es alegría.
Ergo lo lleva a su entorno a su casa, a su trabajo, al estudio, a los proyectos, a la música; en fin donde dirige una mujer sabemos que está bien encaminado, que hay orden y unión.
Las principales plazas musicales ahora las encabezan mujeres, vemos una Adele, una Jennifer López o una Shakira, qué decir además que éstas dos últimas son latinas, son representación de la mujer moderna: talentosas; atractivas; independientes y madres responsables.
La colombiana “Shakira” fue el centro de atención en la pasada entrega de los MTV Awards 2023, ya sea por las teorías conspiranoicas de orden mundial o de sacrificios demoniacos, la cantante que factura, demostró que es el momento de las mujeres y que todas, lideran el mundo.
Aquí debo hacer una pausa porque el punto es controversial, es un derecho genuino que este barco incluye a las mujeres trans, cada vez más visibilizadas y luchando por ocupar territorios antes impensables para ellas.
Apartándonos de la discusión en la que estas mismas se encuentran si son o no son mujeres, la realidad es que el estado debe proveer por igual a todas las personas (trans o cisgéneros) los mismos derechos como el acceso a la salud, la educación, el empleo, el reconocimiento jurídico de su identidad y evitar la violencia y la discriminación.
Las mujeres trans se comienzan a ver también en todos lados, ganan reality shows, ocupan cargos de elección popular, son activistas, influencers y continúan peleando por el respeto a sus derechos.
Volviendo de nueva cuenta a Shakira, en su endiablado y brujilíco performance en MTV, dio cuenta de su trayectoria artística, desde las canciones profundas como “Ojos Así”hasta llegar a la ya famosísima “Music Sessions #53”, cantada con Bzrp.
Mentada de madre en contra de su ex esposo Gerard Piqué Bernabéu,dijo visualmente en un show explosivo que el empoderamiento femenino es una realidad, es el presente y sí, sigue siendo una lucha permanente sobre todo ante los crímenes feminicidas, violaciones, trata de mujeres, violencia y desapariciones.
Aún no aseguro que es una buena época para ser mujer, queda mucho por hacer pero celebro que las niñas de hoy puedan ver a mujeres en los lugares de poder, donde las notan, las escuchan, las observan detenidamente, las imitan…
Y sobre todo donde pueden tomar decisiones, dejo una reflexión:
¿Qué historias van a contar a estas niñas? ¿Qué ejemplos daremos las mujeres de hoy a las pequeñas que siguen nuestros pasos? ¿Serán historias de éxito o de dolor?
Los tiempos han cambiado, la educación ha transmutando, nos guste o no implica un cambio y todo cambio siempre será bueno.
En el plano político también es importante mencionar que existen dos candidatas medulares al cargo presidencial, por una parte Claudia Sheinbaum, de Morena y del Frente Amplio, Xóchitl Gálvez.
Muchas postuladas a diputadas, senadoras y gobernadoras.
Es decir querido lector, que los rostros femeninos se seguirán viendo y cada vez más, en todos los escenarios.
Sí o sí, preparados o no, México seguramente tenga la primera presidenta mujer (claro si otra maniobra no aventaja).
En ese escenario solo deseamos que sea competente, que tenga experiencia y madurez para asumir la responsabilidad de llevar al país al pleno desarrollo.
Mi corazón de niña soñó con poder ver ese momento y que alegría que las nuevas generaciones logren pensar que nada ni nadie les impide llegar a donde quieran llegar.
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