Es difícil anticipar cuáles serán los cambios sustantivos que ocurrirán en el Instituto Nacional Electoral (INE), desde el cambio de nombre y sobre todo de su estructura, porque lo único claro es que nadie quiere que desaparezca el organizador de los comicios y salvaguardia de la democracia, aunque lo claro es que no cómo ahora opera.
Menos sostener en el cargo de Lorenzo Córdova y Ciro Murayama y la poderosa estructura en torno a la que manejan ese organismo, con ingresos que ya los quisiera el mismo Obama.
El presidente del INE concluye su administración en 2023, hasta entonces se quiere ir, no antes, a pesar de que el promotor de esta reforma, el presidente Andrés Manuel López Obrador, ahora en discusiones en la Cámara de Diputados, y él ni la llevaron, ni la llevan ni la llevarán, como dijera don Teofilito.
Hay que admitir sin embargo que con todos sus asegunes, el INE ha sido puntual en lo que se refiere a la credencialización de la ciudadanía, más de 95 millones de votantes por cierto en el padrón electoral, lo cual supone una banco de datos con tecnología de vanguardia y que es un documento esencial en todo tipo de trámites que requieren identificación oficial.
Y el conteo rápido de votos, el famoso PREP, que tan bien funciona pues en la misma noche hay avances significativos de los procesos tanto en el ámbito nacional como en las 32 entidades del país.
Muy cierto lo que dice una gran periodista: “Yo defiendo al INE, pero no a este INE”.
Lo cierto es que queda poco tiempo para las elecciones de 2024 con tantos cambios que se pretenden en el Congreso en esta reforma, que implica cambiar al INE con un consejero presidente y 10 consejeros electorales, quienes tienen a cargo toda la operatividad y con sueldos que van hasta los 200 chuchulucos por mes.; la composición del Tribunal Federal Electoral; quitar los Organismos Públicos Locales (Oples) en cada entidad federativa; 300 subdelegaciones, una por cada distrito electoral.
El presupuesto solicitado por el INE hacia el 2023 es de 14 mil 439 millones de pesos, de los cuales casi 12 mil son de operación (seis mil millones a partidos con registro) y el resto los comicios del estado de México y Coahuila y el arranque del proceso electoral 2023-2024.
Con tantos cambios, ¿dará tiempo, habrá personal calificado?
Atraques
1. El expresidente Enrique peña Nieto es ya residente español acreditado, según reportaje del diario El País. Entre sus actividades destaca el juego de golf cada viernes, por aquello del stress y las relaciones públicas, el buen comer y beber de paso. Está más que puesto a demostrar la claridad de sus finanzas personales, incluido el gasto de 14 millones de pesos por un pisito en la capital madrileña.
2. Ahí viene el lobo, parecen decir con las elecciones mañana martes 8 en Estados Unidos. Se renovarán 435 escaños de la Cámara de Representantes, donde los diputados cumplen un mandato de dos años; y 34 de los 100 puestos del Senado, que son de seis años. También gobernadores de 36 estados y otros cargos. Los republicanos de Trump llevan ventaja en los electores. Habrá que ver cuántos acuden a las urnas.
3. El jueves 27 de octubre el Club Primera Plana galardonó a más de 220 periodistas del todo el país, profesión catalogada de las más peligrosas en nuestro país. Ningún diario dio cobertura en la Ciudad de México y a saber los noticiarios. Y eso que Pablo Gato, el corresponsal de Univisión en Washington, sostiene que el periodismo es más importante que nunca y fundamental en la democracia. Es observación, sin alusiones ni ilusiones.
Escritor y periodista
