Por Aura Fuentes
Clima extremo, falta de alimento, caos vial y el nacimiento de un bebé fueron elementos de lo ocurrido durante los más de tres días de duración del Festival de Arte y Música de Woodstock, realizado en Bethel, New York y el cual contó con la participación de 32 artistas, tanto solistas como grupos, entre quienes predominó el género del rock.
“Estoy extasiado de alegría de ver a toda la juventud de América reunida aquí en nombre del bello arte de la música. De hecho, a través de la música, podemos hacer maravillas. La música es un sonido celestial y es el sonido que controla todo el universo, no las vibraciones atómicas”, fue parte del discurso del líder espiritual Sri Swami Satchidananda.
Con ese mensaje el festival inició el viernes 15 de agosto, bajo el contexto de la invasión imperialista estadunidense a Vietnam (1 nov 1955–30 abr 1975), la cual los jóvenes rechazaban y exhortaban a un mundo de paz y amor, lema principal del movimiento hippie adoptado por la mayoría de los asistentes (cuya cifra fue calculada en medio millón).
La parte musical comenzó con Richie Havens, cantante de folk, quien tocó casi tres horas debido a que muchos de los artistas agendados para subir al escenario después de él, se quedaron varados en el tráfico (el caos vial obligaba a los conductores a dejar sus vehículos a los costados del camino o permanecer horas sin moverse; este fue uno de los contratiempos del hoy mítico festival).
De acuerdo con la página oficial de Woodstock, Havens dio paso a la banda de música psicodélica Sweetwater, posteriormente el cantante de folk Bert Sommer hizo su aparición, seguido por el virtuoso del sitar Ravi Shankar (hindú a quien no le gustaba la multitud de jóvenes consumidores y drogadictos; interpretando solo tres temas) y el músico Tim Hardin.
A Melanie Safka, primera solista en participar, no le importó tocar bajo la lluvia antes de lo programado y aunque fue un set breve, quedó grabado en su memoria pues los espectadores encendieron velas para acompañarla, hecho que tiempo después transformó en su tema “Lay Down (Candles in the rain)”.
Las canciones de protesta cobraron vida en voz de Arlo Guthrie, quien de su padre (Woody Guthrie) heredó la expresión contra la injusticia social a través de la música; mientras que la activista Joan Baez —artista que también cantó bajo una llovizna— se encargó de cerrar el primer día del concierto, esto después de la una de la mañana.
Vibrantes guitarras y percusiones
Durante el mediodía del sábado 16 de agosto la banda de rock Quill subió al escenario, interpretando cuatro melodías, seguida del activista Country Joe McDonald, quien sin su banda The Fish, tocó por espacio de media hora; y aunque no estaba programado, el cantautor John B. Sebastian también compartió unas canciones, entre ellas “Younger Generation”, la cual fue dedicada a un bebé nacido durante el festival.
La fusión del rock latino fue aportada por la banda Santana, bajo la tutela del guitarrista Carlos Santana, y aunque en ese momento era un grupo desconocido, su actuación brilló por las vibrantes percusiones y un extenso solo de su baterista, Rod Harper, además de las notas del mexicano. Entre sus ocho temas destacó “Soul Sacrifice”.
El primer grupo británico en participar fue Keef Hartley Band, tras lo cual siguió la reprogramada actuación de The Incredible String Band, quienes ya sin lluvia tocaron sus canciones con influencias psicodélicas; mientras que durante la puesta del sol, otras agrupaciones pusieron a bailar al público, tal fue el caso de la banda de blues rock y boogie Canned Heat, quienes incluyeron una canción de media hora: “Woodstock Boogie”.
Ya al caer la noche, la banda Mountain aportó el heavy blues rock en lo que fue el cuarto concierto de su trayectoria; después siguió The Grateful Dead, grupo caracterizado por improvisar solos y letras, pero requirió largas pausas entre canción y canción para solucionar los problemas técnicos a causa de la lluvia que inundó el escenario.
Su retraso ocasionó que, para el cierre de la noche —a cargo de Creedence Clearwater Revival—, la mayoría de los asistentes ya agotados decidieran dormir, como señaló el propio vocalista John Fogerty; sin embargo, su combinación de R&B, folk y country rock fue uno de los mejores momentos del festival que impresionó a los noctámbulos.
La noche no terminó ahí, porque la cantante Janis Joplin subió al escenario a las dos de la madrugada. Ella y Jimi Hendrix (quien cerró el festival durante la mañana del lunes) son considerados unas auténticas leyendas del rock; ambos fallecieron tan sólo unos cuantos meses después del festival, en casos aislados, a la edad de 27 años: por lo cual los videos de Woodstock son testimonios históricos y memorables.
Aproximadamente a las 3:30 horas siguió el turno de Sly & The Family Stone, quienes dirigidos por Sly Stone fueron pioneros del funk-rock, el cual para entonces continuaba con su base en el soul y R&B, junto con algunos elementos psicodélicos y gospel.
Amanecer musical
El sol aún no salía el domingo 17 de agosto cuando los británicos The Who iniciaron su presentación alrededor de las cinco de la mañana, esto con 24 temas que incluyeron su disco de ópera rock “Tommy”; originalmente estuvieron agendados para protagonizar el penúltimo acto del sábado, pero al igual que sucedió a lo largo del festival, la programación tuvo diversos ajustes.
Jefferson Airplane tocaría después de dicha banda durante el día 16 —incluso debía ser uno de los actos principales—, sin embargo, iniciaron el domingo alrededor de las ocho. Este grupo de San Francisco cobró fama en el Festival Internacional de Pop de Monterey, siendo el arquetipo de la nueva generación joven y rebelde, posición alcanzada por su mezcla de psicodelia y blues.
El primer acto oficial del día corrió por parte de Joe Cocker, acompañado de la Grease Band, quien alcanzó su fama a raíz de Woodstock gracias a su voz conmovedora y uno de los temas más gustados: su interpretación de “With a Little Help from My Friends”, de The Beatles; tema también ejecutado el primer día por Richie Havens.
A unos minutos de haber concluido su espectáculo, una tormenta se suscitó y frenó el festival hasta pasadas las 18:00 horas, cuando de nuevo subió al escenario Country Joe, pero ahora como Country Joe & The Fish, quienes tras su participación en Woodstock y The Monterrey (1967) se convirtieron en severos críticos de la Guerra en Vietnam, lo cual se reflejó en sus siguientes álbumes.
Enseguida llegó el turno del blues rock pesado y los largos solos de guitarra y batería de los británicos Ten Years After, no obstante, su presentación se obstaculizó por fallas técnicas pues la humedad provocó que sus instrumentos desafinaran, la grabación del sonido falló y las cámaras sólo captaron la última canción: “I’m Going Home”.
Cerca de las 22:00 horas The Band —famosos por su folk-rock heredado de Bob Dylan (mentor de la agrupación)— tocaron siete de las 11 canciones de su álbum “Music From Big Pink”; dando paso a la leyenda del blues en Texas, Johnny Winter, quien se encargó de concluir la noche del domingo durante más de una hora de blues eléctrico emanado de su guitarra.
Blood, Sweat & Tears compartieron su R&B alrededor de la 1:30 de la madrugada, esto durante el último día del festival. Enseguida Crosby, Stills & Nash (and Young) subieron al escenario desde el cual afirmaron que estaban asustados porque era su segunda actuación frente a la gente.
Cerca de las seis de la mañana del lunes tocó Paul Butterfield Blues Band, seguido de Sha Na Na, quienes hicieron suyo el escenario acompañados con bailarines de rock & roll; tras lo cual, el festival cerró con broche de oro con Jimi Hendrix y su banda, cuya presentación estaba estipulada para la noche anterior, siendo así que para las nueve de la mañana —horario en que Hendrix interpretó sus temas— la mayoría de los asistentes se habían retirado.
Actualmente el histórico festival puede
disfrutarse a través de documentales y videos en Internet, así como a
partir de las colecciones de discos que han surgido; la más grande de
ellas lanzada a principios de este mes, bajo el título “Woodstock
50—Back to the Garden—The Definitive 50th Anniversary Archive”,
conjuntando 38 discos con más de 400 canciones.