En Reddit, una comunidad virtual vibrante, se ha desatado un intenso debate sobre las aplicaciones de citas, centrado principalmente en las críticas a Bumble. Usuarios expresan su frustración por las limitaciones de tiempo y la presencia percibida de «estafadores y psicópatas».
La pregunta fundamental surgió: «Si Bumble es la peor, ¿cuál es la mejor alternativa: Tinder, Hinge?». La insatisfacción revelada en este foro refleja un cambio significativo en las preferencias amorosas de la Generación Z.
Un estudio conjunto de Axios y Generation Lab indica que los jóvenes nacidos entre mediados de los 90 y la primera década de los 2000 prefieren cada vez más conocer a sus parejas en persona en lugar de depender de plataformas virtuales. Sorprendentemente, el 79 por ciento de la Generación Z ha renunciado al uso regular de aplicaciones de citas, desafiando la percepción previa de su afinidad con la expresión virtual en plataformas como Snapchat y Twitch.
Carolina Bandinelli, profesora de la Universidad de Warwick, arroja luz sobre esta tendencia:
«Las aplicaciones de citas prometieron una solución rápida al desorden del amor, pero no están cumpliendo con sus promesas».
«TECHLASH»
La narrativa de simplificar el amor a un proceso eficiente ha dejado a los usuarios frustrados. Bandinelli destaca la desconexión entre las expectativas creadas por las aplicaciones y la realidad de las relaciones amorosas.El estudio también revela un fenómeno interesante entre los estudiantes universitarios. A pesar de la facilidad para socializar en un entorno rico en pares de edad similares, muchos eligen alejarse de la conexión digital. Paul Eastwick, psicólogo de la Universidad de California, explica que el constante cambio en las redes sociales y la abundancia de oportunidades para interactuar en persona influyen en esta decisión.
A pesar del desencanto creciente con las aplicaciones de citas, la industria ha experimentado un aumento del 81 por ciento en las tarifas de suscripción entre 2016 y 2021. Sin embargo, la saturación del mercado y una ralentización en el crecimiento de usuarios podrían afectar la percepción de la calidad de la experiencia de usuario.
Este fenómeno contribuye al surgimiento del «techlash», una reacción adversa hacia la tecnología avanzada. Las aplicaciones de citas, en su búsqueda de simplificar el amor, podrían estar contribuyendo a una nueva era digital que Carolina Bandinelli llama «amor posromántico». En este paradigma, se intenta eliminar el dolor y la complejidad emocional inherentes a las relaciones románticas.
A pesar de estos cambios, Bandinelli sugiere que podríamos ver una reacción opuesta. A medida que la tecnología intenta tomar el control, es probable que surja un anhelo por recuperar la autenticidad y la complejidad de las relaciones tradicionales. La búsqueda de un equilibrio entre lo virtual y lo real podría definir la próxima fase de las interacciones amorosas en la era digital.
