Día internacional del libro. Esta es una fecha en la que antes que al libro, deberíamos rendir un cálido y sentido homenaje a los editores y al resto de quienes hacen posible que el pensamiento de nuestros semejantes llegue a nuestra mente.
Sostener una empresa editora de libros, es casi una aceptación para un futuro marginal, de pobreza económica pero de inmensa fortuna intelectual, moral.
He estado muy cerca de dos libreros, física y emotivamente; uno de ellos, Emanuel Carballo, de quien tomé las mejores enseñanzas sobre el comportamiento, la ética y la autovaloración de quienes escriben y pretenden influir a un público, ya sea mediante valerosas denuncias, enterados destejidos de tramas lesivas a la sociedad y hasta llegar a temas de cultura y diversión.
Cerca, muy cerca, de la Editorial Gernika, en los días presentes obra de una mujer sin parangón, Angelita González, viuda de Franklin Ramos Basterrechea, pilar de la empresa que dedica sus esfuerzos a la recopilación de obras sociológicas.
Si alguien quiere conocer el pensamiento de los filósofos, políticos, economistas de la actualidad, nada mejor que acudir al extenso librero de Gernika.
Cometeré una auténtica desgraciadez, peto mi mal natural no me deja en paz. Al rendir justo homenaje a los editores, particularmente a Angelita que sin desaliento alguno, en un país de ágrafos entremezclados con analfabetas, empeña su vida por la sobrevivencia de los textos encuadernados
Pero sea por Dios, exclamaría la abuela paterna, Chite, y aprovechemos la foto de una de las mas recuentes obras de don Andres Manuel López Obrador, generador de materiales librescos cada quince, treinta días. Y ademas gobierna ¿?
Como acontece con cada una de las obras del mencionado autor, la edición fue de 200 mil ejemplares y como igualmente le es habitual, el libro salió a la luz bajo el concepto de best seller. En mexicañol, el libro mas trinchón de la pradera…
Periodista antediluviano, corresponsal en el exterior y reportero en méxico.