Julián Parra Ibarra
En muchas ocasiones, quienes nos dedicamos al oficio de aporrear máquinas de escribir -en otros tiempos- o teclados –en los tiempos modernos-, muchas veces se nos atoran las palabras que necesitamos, que se niegan a salir. En las antiguas redacciones, cada reportero o integrante de la mesa de redacción, de las primeras cosas que se hacían al inicio de la jornada era sacar del escritorio un pequeño altero que contenía al menos un pequeño diccionario, uno de sinónimos, otro más de conjugación de verbos, y si me apura tantito, hasta uno inglés-español, era parte de las herramientas diarias.
Sin embargo, aún con todas esas herramientas antiguas, y con ‘don google’ que todo lo sabe y todo lo dice, no logro encontrar la palabra adecuada para adjetivar, calificar las más recientes reacciones y discursos del principal inquilino del Palacio Nacional, y peor aún la más reciente que tiene que ver con la persecución que grupos de hombres armados aparentemente integrantes de una célula del cartel Jalisco Nueva Generación, hacen a varios vehículos del Ejército Mexicano, quienes emprenden la veloz huida para evitar un desigual enfrentamiento porque eran superados en número de vehículos, de elementos y hasta de armamento, en una imagen que duele a la mayoría de los mexicanos, por el respeto y reconocimiento que nuestro instituto armado se ha ganado y que siempre ha tenido del verdadero pueblo. Imagen que, tristemente se ha venido repitiendo con cierta regularidad en distintos puntos del país.
De acuerdo con su expresión en la mañanera de este jueves, su gobierno también cuida a los integrantes de las bandas “son seres humanos”, dijo. Y si a esta se suman las imágenes de la liberación del hijo Chapo Guzmán cuando ya había sido detenido por las fuerzas armadas y la Marina de nuestro país, y la imagen del Presidente bajando de su camioneta para ir hasta otra en la que estaba sentada en el asiento del copiloto la mamá del Chapo Guzmán para ir a saludarla de mano, sosteniendo además que con los delincuentes ‘abrazos no balazos’, desmoraliza a cualquiera, y debe decepcionar principalmente nuestros militares que diariamente se juegan la vida por intentar mantener en paz al país, mientras que su Comandante Supremo da todas las concesiones habidas y por haber a los más peligrosos y violentos delincuentes, que no se tocan el corazón para masacrar igual a familias que a nuestros soldados.
Las reacciones a través de las redes sociales no se hicieron esperar respecto de que su gobierno también protege a los integrantes de las bandas porque ‘son seres humanos’. ¿Y a los ciudadanos quien los cuida? Fue una de las principales expresiones. Algunos como el ex presidente Vicente Fox preguntó si ya somos un narco estado.
“No, a los criminales NO hay que cuidarlos, hay que llevarlos ante la justicia.
La ciudadanía exige seguridad y un alto a la impunidad. Basta de esta violencia contra periodistas, mujeres y el ejército mismo. Van más de 120 mil homicidios dolosos. ¡No más abrazos a los criminales!”, escribió la senadora panista, Josefina Vázquez Mota, ex candidata presidencial.
“El gobierno de López Obrador no combate, sino que cuida a los delincuentes porque son sus aliados”, expuso el líder nacional perredista y antiguo aliado de Andrés López, Jesús Zambrano.
Alejandro Moreno, dirigente priista en el país publicó: “no están para cuidar a los integrantes de las bandas, están para servir, proteger y defender a la Nación. Es lamentable la degradación a la que hoy se le somete”, a quizá la institución más querida y respetada por todos los mexicanos.
Pero al Presidente parece no importarle establecer acuerdos implícitos con los delincuentes, ni que el desorden que se ha generado con el ‘reordenamiento’ del espacio aéreo en la CDMX para hacer compatible con el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, con el Felipe Ángeles –y el que quizá atienda como se debe hasta que ocurra una tragedia, que en varias ocasiones ha estado a punto de ocurrir-,ni el tema de la violencia, ni de los feminicidios, ni de la falta de medicamentos, ni tantas otras cosas verdaderamente importantes y prioritarias, porque él está más entretenido en quererse convertir en el nuevo ´Libertador de América’ juega a ser el Simón Bolívar o por lo menos el José Martí de estos tiempos.
No solamente anduvo por Centroamérica y El Caribe comprometiendo el dinero que no hay para atender a los mexicanos y a nuestras instituciones, y hasta peleándose con Estados Unidos, porque no invita a Cuba, Venezuela y Nicaragua a la Cumbre de las Américas, y amenaza al presidente Biden de no asistir si no van también sus amigos, y de paso pedirle que levanten el embargo económico impuesto a Cuba desde la década de los sesenta.
Total, que se jodan México, los mexicanos y ahora hasta el Ejército. Al fin la interminable lista de caprichos y barbaridades en que ha incurrido, todavía hay quiénes se las aplauden. Pobre México.
@JulianParraIba
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