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El SARS-COV-2 tiene una gran plasticidad evolutiva que está ligada al escape de la inmunidad: Carlos Arias Ortiz

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    • La importancia de estudiar la evolución y adaptación de los virus se abordó en la conferencia Dos años y medio de vigilancia genómica en México durante la pandemia de SARS-CoV-2, que impartió el bioquímico Carlos Arias Ortiz.
    • La sesión formó parte del ciclo El maravilloso mundo de los virus, coordinado por la colegiada Susana López Charretón, y se transmitió en vivo el 20 de septiembre por las plataformas digitales de El Colegio Nacional.
    • Vigilar la evolución del genoma de SARS-CoV-2 permite detectar el surgimiento de variantes que pudieran tener cambios en su comportamiento biológico o que pudieran escapar a la inmunidad natural o inducida por las vacunas, aseguró Carlos Arias Ortiz.

¿Cómo ha evolucionado el SARS-CoV-2? Y ¿Qué podemos esperar de esta evolución? Fueron las dos grandes preguntas que se respondieron en la conferencia Dos años y medio de vigilancia genómica en México durante la pandemia de SARS-CoV-2, impartida por el bioquímico Carlos Arias Ortiz, y transmitida en vivo el 20 de septiembre por las plataformas digitales de El Colegio Nacional.

En la sesión, que formó parte del ciclo El maravilloso mundo de los virus, coordinado por la colegiada Susana López Charretón, el investigador del Instituto de Biotecnología de la UNAM expuso que vigilar la evolución del genoma de SARS-CoV-2 permite detectar el surgimiento de variantes que pudieran tener cambios en su comportamiento biológico; que pudieran escapar a la inmunidad natural o inducida por las vacunas; ser resistentes a esquemas terapéuticos o huir de los métodos diagnóstico moleculares. 

“Es claro que un programa de secuenciación genómica que se mantenga a largo plazo ofrece la posibilidad de tener un alto impacto en salud pública, y esto es lo que ha recomendado la Organización Mundial de la Salud”, puntualizó el experto. Explicó que el SARS-CoV-2 tiene una gran plasticidad evolutiva y que pareciera que su evolución está ligada al escape de la inmunidad. “Es posible, y aún probable, que pudieran aparecer nuevas variantes post-Ómicron mientras el virus continúe replicándose a niveles altos en el mundo”.

Recordó que con ayuda de la criomicroscopía electrónica se pudo estudiar a detalle la caracterización de las partículas virales del coronavirus y lo que se sabe hasta ahora es que cada partícula viral tiene entre 20 y 40 proteínas Spike o “S”, que están formadas por dos unidades, la subunidad 1, que tiene que ver con la unión al receptor; y la subunidad 2, que posee la maquinaria que le permite al virus fusionar las membranas viral y celular durante el proceso de entrada.

“El genoma de RNA de SARS-CoV-2 tiene el genoma más grande dentro de los virus de RNA, del orden de 30 mil nucleótidos; durante la replicación del genoma viral, la RNA polimerasa del virus, enzima encargada de hacer copias del genoma, introduce errores, es decir mutaciones, y los coronavirus tienen la maquinaria para corregir parte de estos errores. De tal manera que cuando se examina la tasa de mutación que tienen los virus, se puede ver que la frecuencia relativa de deficiencia en la fidelidad es siete veces mayor para coronavirus que para Influenza o VIH”, aseguró el también coordinador del consorcio CoViGen-Mex.

De acuerdo con el especialista, la tasa de evolución del SARS-CoV- 2 es de 33 mutaciones de su genoma al año y se han encontrado cerca de 2 mil linajes desde el inicio de la pandemia. “La evolución ocurre a través de la selección natural de aquellas mutaciones o recombinaciones que le confieren características favorables, como una mejor replicación, transmisión o evasión de la respuesta inmune. La evolución no se detiene. Y así se describieron las variantes Alpha, Beta, Gamma, Delta y Ómicron, que tienen características con implicaciones importantes en salud pública”. 

Agregó que los cambios o las mutaciones le han conferido al SARS-CoV-2 las características para convertirse en virus de preocupación y estas modificaciones ocurren usualmente en la proteína “S”. Algunos cambios están ligados al dominio de unión al receptor o al aumento en la producción de partículas virales, lo que contribuye a que este coronavirus tenga una mayor incidencia en la población. 

Arias Ortiz también se refirió al consorcio de vigilancia genómica CoViGen-Mex, que comenzó su trabajo en enero de 2021 y es un esfuerzo de diversas instituciones en coordinación con el Instituto de Diagnóstico y de Referencia Epidemiológicos, para contribuir a determinar la secuencia y analizar los genomas de SARS-CoV-2 que han aparecido y que circulan en el país. Con esta iniciativa, en México se han secuenciado 75 mil 517 genomas completos

La variante Ómicron, por ejemplo, se describió en Sudáfrica y tiene cambios y mutaciones mucho más abundantes que las previas. “Comparada con el virus original de Wuhan, tuvo 60 mutaciones en el genoma completo, 35 mutaciones en el gen del Spike, 30 cambios de aminoácidos en el Spike y 16 cambios de aminoácidos en el sitio de unión al receptor”. 

Al responder a la pregunta ¿Qué podemos esperar de la evolución de SARS-CoV-2?, el bioquímico comentó que, examinando o comparando las secuencias y la evolución que ha tenido SARS-CoV-2 en comparación con uno de los coronavirus endémicos, como el NL63, la proteína “S” tiene un alto potencial para tolerar cambios en secuencia y estructura sin pérdida importante de función, es decir, tiene un potencial evolutivo amplio. 

“La capacidad de generar variantes importantes del virus va a estar favorecida en una población que tenga una inmunidad parcial. En poblaciones donde las personas solo hayan tenido una vacuna, o si se infectaron y ya pasaron seis u ocho meses, esas son condiciones ideales para que el virus siga evolucionando de manera rápida”, enfatizó. 

A la pregunta ¿Se podrá erradicar este virus en el mundo?, el experto respondió que lo anterior es altamente improbable, por varias razones. La primera, es que SARS-CoV-2, a diferencia del virus de la viruela, puede infectar, por lo menos, a una decena de animales y especies diferentes; la segunda, es por su facilidad para evolucionar; la tercera, es por la aceptación parcial de la vacunación en el mundo; y la cuarta, la durabilidad limitada de la inmunidad conferida por la vacunación o la infección, decae la inmunidad a los seis u ocho meses. 

Entre las opciones con las que cuenta la sociedad, el científico invitó a controlar la infección, esto implica cumplir con las medidas higiénicas, así como la ventilación de espacios cerrados y el uso de cubrebocas. Se debe tener una vacunación periódica, disponibilidad de antivirales y anticuerpos monoclonales neutralizadas. “La pandemia no ha terminado, pero muy pronto entraremos en una fase endémica como sucede con otros virus respiratorios como la Influenza, Rinovirus, etcétera”, finalizó. 

La conferencia Dos años y medio de vigilancia genómica en México durante la pandemia de SARS-CoV-2, impartida por el bioquímico Carlos Arias Ortiz, se encuentra disponible en las redes sociales de la institución:

Página web: www.colnal.mx

Youtube: elcolegionacionalmx

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