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       Gabinete de usos múltiples

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FOTO: ©MARIO JASSO /CUARTOSCURO.COM

El secretario de Relaciones  Exteriores Marcelo Ebrard fue a Europa para conseguir vacunas contra el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), lo que uno supondría que es tarea del secretario de Salud, Jorge Carlos Alcocer Varela, pues no se trata propiamente de una función diplomática. Será que el canciller habla francés.

El Presidente Andrés Manuel López Obrador decidió que el Ejército se encargue de la construcción del nuevo aeropuerto internacional Felipe Ángeles, en lo que hoy es la base aérea de Santa Lucía, entre la CDMX y Pachuca. Será que el secretario de Comunicaciones y Obras Públicas Javier Jiménez Espriú anda muy atareado entre su oficina y sus empresas, y que al secretario de la Defensa Nacional, general Crescencio Sandoval, le sobra tiempo  entre huachicoleros, violencia y crimen organizado.

Los marinos, también héroes de la guerra contra el crimen organizado, irán a limpiar de sargazo las bellas playas de Quintana Roo, por disposición presidencial.  Me canso ganso.

Y, como se declaró desierto (por inviable) el concurso para asignar la construcción de la refinería de Dos Bocas, en Tabasco, el Presidente resolvió inmediatamente que de la obra se encarguen la Secretaría de Energía y Petróleos Mexicanos, con la asistencia del Instituto Mexicano del Petróleo.   La  secretaria de Energía es la ingeniera petroquímica Rocío Nahle y el director de Pemex es el ingeniero agrónomo Octavio Romero, que tampoco parece haber sido ubicado en el mejor campo que le correspondería por su especialidad. Excepto que su encomienda principal sea evitar que el petróleo contamine ríos, potreros y plantaciones.

Y uno se pregunta: ¿a qué hora harán su chamba para la cual fueron fundamentalmente  designados?  ¿O no será esta

sobrecarga de responsabilidades la razón de los tropiezos y retrasos en las funciones normales de gobierno, y la causa de confusiones y fricciones en el seno del gabinete presidencial ?

Porque no solamente importa que los funcionarios públicos sean honestos y amigos leales del Presidente. Lo primero es que conozcan el área de su competencia, tengan claros sus objetivos, estén dedicados a su chamba  y sean capaces de trabajar coordinadamente en equipo.

No queremos ver próximamente  a la Guardia Nacional cuidando Polanco, San Ángel, Huixquilucan y las Lomas de Chapultepec, ni al relegado Poncho Romo de guía de los niños que recorren ese Museo de los Excesos en que  han sido convertido Los Pinos, sin las figuras de cera de sus más recientes huéspedes, la Gaviota y compañía.  La de Los Pinos si es la 4T (Cuarta Transformación).

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