Dicen que cuando el río suena es que agua lleva, por eso no hay que echar en saco roto el rumor de que Morena tiene entre sus ocurrencias gravar las herencias.
Aun cuando el presidente de la República ha repetido una y otra vez que no se crearán nuevos impuestos ni se aumentarán los vigentes, por debajo del agua la bancada de Morena en el Senado pretende crear un nuevo impuesto a la herencia. Las intenciones de la 4T por supuesto son obtener una mayor recaudación, porque el dinero que hay en las arcas ya se lo están acabando y necesitan más para seguir apoyando los programas clientelares.
El gobierno federal pretende cobrar, no solo a los que más tienen, sino también a todo aquel que tienen, como si fuera un pecado progresar y mantener un patrimonio familiar que por derecho les corresponde heredar de los padres o los abuelos.
Los detalles de esta iniciativa no se tienen muy claros, toda vez que los morenistas le juegan al policía chino, no se sabe cuáles son los porcentajes ni la forma en que lo pretenden aplicar, sin embargo, se ha hecho publica la intención de hacerlo este año.
Actualmente los bienes obtenidos por herencia están exentos del impuesto sobre la renta, sin embargo las personas físicas que se benefician con una herencia están obligadas a incluir en su declaración anual el valor de los bienes heredados cuando éstos excedan de 600 mil pesos, para evitar que sean gravados por el fisco.
El presidente López Obrador entre tantas bondades que nos ofreció en campaña, se comprometió a no aumentar impuestos en su gobierno, pero ahora los legisladores de Morena le echan la culpa a la pandemia que, dicen, ha venido a sembrar una crisis económica inesperada. Es decir, que les vino como anillo al dedo para no cumplir las promesas del presidente.
Poeta y articulista.
