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Las “fake news” de “Chicomusuelo” y la violencia en Chicomuselo

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Ricardo Del Muro / Austral
La noticia sobre un presunto enfrentamiento en el municipio serrano de Chicomuselo, entre los cárteles Jalisco Nueva Generación (CJNG) y de Sinaloa con un saldo de 20 muertos, que se difundió ampliamente en la prensa y noticieros
de radio y televisión de la Ciudad de México (donde muchos conductores mencionaron “Chicomusuelo”, igual que en otras ocasiones han dicho “Ocotzingo”, en vez de Ocosingo), fue desmentida por las autoridades de Chiapas.

De esta manera, se dio a conocer que no hay ningún registro que compruebe dicha publicación, la cual muestra imágenes que no son del área, pues el personal que se encuentra desplegado de manera permanente en la zona sierra Mariscal no ha reportado este enfrentamiento en el que, supuestamente, fallecieron 20 personas; tampoco hay ningún reporte de atención hospitalaria.

En Chicomuselo “prevalece la tranquilidad y seguridad” señaló la Fiscalía General del Estado (FGE), en el comunicado 17361, y en una involuntaria auto ironía, exhortó a los ciudadanos “a mantener confianza en los comunicados oficiales de las dependencias en materia de seguridad y procuración de justicia, con la finalidad de no caer en publicaciones engañosas”.Esto no significa que el municipio de Chicomuselo este libre de la violencia por la disputa que sostienen los cárteles Jalisco Nueva Generación (CJNG) y de Sinaloa por el control de la frontera de Chiapas.

La organización Pueblo Creyente denunció, el 6 de diciembre pasado, que agentes de pastoral y servidoras de la parroquia de San Pedro y San Pablo, fueron detenidos por integrantes del grupo El Maíz, base social del cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), que mantiene casetas para controlar el acceso a la cabecera de ese municipio, vecino de Frontera Comalapa.

Sus habitantes ya están padeciendo el mismo estado de sitio, terror y extorsión que padecen sus vecinos en Frontera Comalapa, donde no se han podido realizar elecciones y el gobierno municipal está en manos del crimen organizado, que cobra derecho de piso y controla el ingreso de personas y mercancías al municipio.

Sin embargo, esta no es la única amenaza que enfrentan; desde 2007 el territorio de Chicomuselo se mantiene en riesgo por la minería y las comunidades mantienen una lucha de resistencia por la vía legal y pacífica frente a 14 concesiones mineras.

La empresa canadiense Blackfire Exploration Ltd, inició la explotación minera en el ejido Grecia sin una consulta libre previa e informada y, al mismo tiempo, empezaron las amenzas y el hostigamiento en contra de quienes levantaban su voz denunciando la situación.

Una de las víctimas de esta lucha fue Mariano Abarca Roblero, miembro de la Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA), asesinado el 27 de noviembre de 2009, por un sicario en motocicleta frente a su casa en la cabecera municipal.

“En Chiapas nos encontramos en medio de una diversificación y opacidad de grupos armados que utilizan la violencia para el control social, político, económico y territorial marcada por la continuidad de una estrategia contra –insurgente; así como una impunidad fomentada por actores estatales que abonan al despojo, explotación y marginación social”, señaló Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas (Frayba) en su informe de 2023.

“Cualquier actor social, individual o colectivo, en su proceso por alcanzar un determinado fin dispone de un cúmulo de recursos que ejecuta de acuerdo con cierta estrategia – señala el Frayba -. Sus tácticas son diversas, incluyendo vías
legales, mecanismos de movilización social, incidencia en medios de comunicación; recursos para la presión política, cabildeo con diferentes instancias de poder y recursos ilicitos y violentos, entre otros”.

En este contexto debe analizarse el reciente comunicado que presuntamente difundieron los habitantes de Chicomuselo, reproducido por la prensa, donde señalaban que “el pasado 4 de enero, alrededor de las 11:30 horas, se había suscitado un enfrentamiento entre carteles que tienen presencia en la región: CJNG y CS en el ejido de Nueva Morelia (…); enfrentamiento que duró alrededor de siete horas, donde la población se mantuvo en pánico”.

En la televisión y los medios digitales, el comunicado fue ilustrado con fotos y videos (que no corresponden al hecho), destacando que “hubo más de 20 personas muertas, de las cuales son dos civiles asesinados y sin que sus familiares pudieran recoger sus cuerpos por el secuestro de las comunidades y no poder salir por temor a ser acusados de ser parte de los grupos criminales”.

Hasta el momento, existen dos versiones en torno a este presunto enfrentamiento que dejó 20 muertos en Chicomuselo. Falta verificar los hechos y localizar a testigos.

En términos periodísticos, la difusión del comunicado permite reflexionar en torno a varios elementos de la información, destacando las fuentes y los medios, vigentes en los planteamientos de Walter Lippman (1889 – 1974) y Harold D.
Lasswell (1902 – 1978), resumidos en la fórmula: “Quién lo dice, qué dice, en qué canal, a quién y con qué efecto”.

En esta época, donde la opinión de los mexicanos está polarizada y se difunde gran cantidad de información, a través de medios digitales y redes sociales, que han ganado terreno frente a los medios tradicionales, es fundamental saber identificar las noticias verdaderas de la desinformación.

RDM

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