Denise Ricardez—
La pandemia del coronavirus ha arrastrado con ella miles de situaciones adversas para todas las personas en el mundo entero. Pero muy particularmente para México, el país es una nación que en su esencia siempre ha estado en situaciones vulnerables, polarizada y con una economía precaria.
Un país lleno de pobreza y abandonado a su suerte en lo que a subsidios se refiere. De siempre desde hace muchos años la sociedad mexicana ha salido por sus propios medios, por su gente productiva, la clase media trabajadora ha sostenido a flote al país.
Con esta crisis sanitaria el panorama no es nada alentador. Se intenta mantener la mente ocupada, positiva y llena de esperanza pero la crisis económica que se avecina preocupa de sobremanera a miles de trabajadores emprendedores y empresarios al no sentir un respaldo contundente con un gobierno federal que un día declara tajante una cosa y al siguiente la compone si se la cuestionan.
Una sociedad polarizada generada por el estrés, el miedo y la mala administración de las políticas públicas es grave. Porque lejos de generar unidad y comunión para enfrentar la crisis en si misma y llamar al desarrollo provoca inestabilidad y estancamiento.
La situación del petróleo este lunes se agrava porque cierra en un precio negativo por primera vez en la historia, la agitación económica cada vez más profunda causada por la pandemia del coronavirus dejó a los comerciantes desesperados por evitar la entrega de crudo físico. Ocasionando que disminuyera todo su valor.
El crudo WTI baja a -11.42 dólares por barril, una caída de 170 por ciento, al filo de las 13:35 horas de la Ciudad de México.
Y es que por más que alzaron y echaron flores a la negociación de Rocío Nahle ésta no tuvo ninguna repercusión positiva para México, por el contrario a raíz de está disminución del valor del barril no se verán ganancias reflejadas ya sea que quieran vender más barato el crudo o peor aún que quieran mantener los mismos precios porque entonces no venderíamos nada. Trump que se desgastó en elogios a Andrés Manuel y Nahle hoy hace una declaración totalmente capitalista «es el momento perfecto para comprar barriles», muy de risa.
Como siempre lo económicamente práctico para Estados Unidos resulta sentimentalmente perjudicial a México.
Con todo esto los mexicanos tenemos que salir a trabajar en el día a día, tenemos que luchar con otras crisis (las personales y las necesidades alimentarias). No es un tiempo de generar conflicto y enemistades, es tiempo de generar condiciones favorables, de sacar lo mejor de cada uno y aportarlo de manera positiva.
Estar confinados a nuestras casas ha hecho practicar la tolerancia a quienes piensan diferente y la paciencia ante la falta de acciones más rápidas, precisas y radicales ante la magnitud de la emergencia que vivimos actualmente.
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Muy bueno!!!???
Excelente reseña!!!!