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¡No estoy loco!

El domingo 10 de octubre se celebra el Día Mundial de la Salud Mental, instituido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), para crear conciencia de los problemas de salud mental a nivel mundial, con la intención de intensificar los esfuerzos para atenderlos oportunamente.

Aun cuando los problemas mentales no son exclusiva consecuencia del Covid 19, el confinamiento ha contribuido al deterioro de la salud mental, lo que ha afectado lo mismo a jóvenes que a personas de mayor edad.

Se ha observado que la pandemia ha contribuido a agravar los casos
preexistentes y ha generado nuevas afectaciones, y que los tratamientos
neurológicos, de abuso de sustancias y trastornos mentales se han tenido que interrumpir por falta de capacidad para atenderlos.

Hoy los consultorios de los neurólogos y psiquiatras se encuentran llenos de
pacientes con depresión, estrés, insomnio, ansiedad, drogadicción y hasta
esquizofrenia. Algunos están tan ansiosos que pierden la calma al tener que
esperar por horas para ser atendidos por el especialista.

ATENCIÓN OPORTUNA
El desenlace de muchos trastornos mentales es el suicidio, que ha ido en aumento por culpa de la depresión y el consumo inmoderado de drogas.

El suicidio es un problema mundial y la incidencia entre los jóvenes no ha variado y el mayor detonante es la falta de dinero, los padecimientos mentales, la depresión, el duelo por una pérdida, la insatisfacción personal, el miedo a enfrentar la vida, la inestabilidad emocional y en muchos casos la esquizofrenia.

Muchos casos no son atendidos oportunamente por falta de medicamentos y a quienes están pasando por algún problema de depresión es difícil convencerlos de acudir a ver al psiquiatra o al neurólogo, porque de inmediato se ponen a la defensiva aduciendo que NO ESTÁN LOCOS y por supuesto que no se trata de atender un caso de locura, sino de acudir oportunamente en busca de ayuda para evitar caer en un mal mayor. En estos casos es difícil hacerles entender que el organismo a veces requiere de ser tratado clínicamente con el apoyo de medicamentos psiquiátricos o neurológicos, de manera que acudir al médico es indispensable, porque en la atención oportuna puede estar la salvación.

En estos tiempos atender los problemas de salud mental es de suma importancia, porque la incidencia de casos ha ido en ascenso y al menos en el sur no se le ha dado la atención suficiente. La falta de información en las familias también ha sido un obstáculo para la atención de este tipo de enfermedades.

Por esto es urgente que las autoridades de salud intensifiquen la atención de la salud mental en todos los sectores y tal vez durante la pandemia haya que cambiar la estrategia para ser más eficientes y que todos los pacientes sean atendidos sin distinción alguna.

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