Inicio POLÍTICA País seguro

País seguro

480
0
SAMUEL GARCÍA, ahora quiere que su esposa, MARIANA, sea senadora.

SALVADOR: Como dicen los argentinos, “estamos podridos”, y el problema es que cada vez estamos peor.  

“México es un país seguro”, dice con tufo de burla. El lunes masacraron a 20 personas en un solo evento en Michoacán. Quienes halagan la lectura del ocupante de Palacio, aseguran que ése, lo de la masacre, fue un problema de galleros y narcos. De acuerdo. Se olvidan que el gobierno tiene la responsabilidad de guardar la seguridad, tópese con quien se tope.  

De acuerdo con datos de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH), entre 2020 y 2021, se cuadruplicó el número de personas desplazadas por motivos de violencia en el país, al pasar de 9 mil 740 a 44 mil 869, según consigna El Economista del 27 de febrero de este año.  

Si se compara con los desplazamientos que hubo, por ejemplo, en 2020, las cifras significan un incremento de 66.66%  

Rancherías y pueblos enteros en Michoacán, Sonora o Chiapas han sido abandonados por sus moradores huyendo de la inseguridad y la violencia.  

Decías que este hombre abusa. Se mofa de la prudencia. Impuso el miedo entre sus adversarios, porque los conoce y sabe de su enorme cola y por dónde les duele; la oposición política desapareció por eso mismo. Tuvo su precio. Sólo queda la del periodismo de opinión y por eso lo abomina. 

Su megalomanía ya incomoda, pero se contagia. Ahí tienes al mozuelo que se desempeña como gobernador de Nuevo Leòn, SAMUEL GARCÍA, ahora quiere que su esposa, MARIANA, sea senadora. Claro, por el MC –Movimiento Ciudadano- el partido que juega con ser de “oposición”. 

Este país se desgarra patético entre la violencia, la inseguridad, la burla y la ocurrencia. Ahí tienes, también, el caso de PATRICIA ARMENDÁRIZ, cuyos grados académicos son irrefutables –actuaria por la UNAM, maestría en Cambridge y doctorado en Columbia-, pero le gana el amor por los artificios de la política. Le encantó la diputación plurinominal y ahora quiere ser candidata a la Presidenta de la República. Total, ¿Qué tanto es tantito? Sin embargo, hay quienes recuerdan que fue militante del Partido Revolucionario Institucional, al que hasta unos años perteneció; fue asistente de PEDRO ASPE ARMELLA, quien fuera Secretario de Hacienda y Crédito Público durante el gobierno de CARLOS SALINAS DE GORTARI, el innombrable. Fue vicepresidenta de la Comisión Nacional Bancaria y de la Valores (CNBV), justamente en  la crisis económica en México de 1994. Puros bandazos, los de mi paisana, la comiteca. 

Bueno, a lo mejor, como SLIM, es útil. No todo está roto con el innombrable.  

MIENTRAS, quienes esperaban que GERTZ sacara sus tiliches de la Fiscalía, se quedaron con un palmo de narices. No sólo se queda, sino que el patrón ya dijo que le tiene toda la confianza.  

 Ya no es extraño, y en este caso se esperaba.  

FINALMENTE, ya para terminar el comentario, también se esperaba lo de la reforma electoral. Es más se tardó.  

Muy enojado porque el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) declaró inconstitucional la “propaganda gubernamental” para la revocación de mandato, YSQ anunció que presentará una reforma electoral a fin de que el pueblo vote a los consejeros electorales y a magistrados  y de esa manera se acaben los “acuerdos cupulares”. 

O sea, dijo, que haya  “personas independientes” en los cargos. Como ha ocurrido en otras instituciones. Por ejemplo, Suprema corte.  

La propuesta será a la Cámara de Diputados “y voy a proponer que sea el pueblo el que elija a los consejeros electorales y magistrados de manera directa con voto abierto”.  

El pueblo es él.  

armandorojasarevalo@gmail.com  

rojas.a.armando@hotmail.com  

Artículo anteriorLos pendientes que vienen
Artículo siguienteSan Alejo, san Alejo
Quince años como académico de la FCPyS-UNAM. Premio Nacional de Comunicación 2015 "José Pagés Llergo", capítulo "Cátedra en Periodismo"

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí