Con la revocación de mandato, Ley Eléctrica Nacional, Ley de Guardia Nacional y la recién anunciada iniciativa de reforma electoral por parte del ejecutivo federal, concluye, a toda prisa, el primer trimestre del año en curso.
Además de ello, punto y aparte, la inflación.
Y de añadido: el Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, actor principal de un asunto familiar que pasó por alto lo que juró cumplir, Constitución y leyes; parece que se le avecina un crudo invierno haga o que haga luego de la liberación de la exesposa de su hermano, en prisión domiciliaria y una hija de ésta, año y medio en el penal de Santa Marta, por sus fueros, que dejan en evidencia un tráfico de influencias sin precedentes en la Fiscalía de la Ciudad de México y una jueza de esa urbe; de salir corriendo.
Por lo pronto la revocación de mandato para presidentes de la república se votará el domingo 10 de abril entrante. Se trata evidentemente de un referéndum del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador y de paso una figura que, si logra los 32 millones de votos que necesita, será vinculatoria de ley; así, cualquier mandatario puede irse antes de concluir su periodo de elección sexenal, si el pueblo lo decide.
Por lo pronto, López Obrador, con buena aceptación de la mayoría, será receptor del impulso que necesita su proyecto de cuarta transformación, el cual entra ya en su fase intermedia del sexenio.
La Ley Eléctrica nacional contraviene la reforma energética del antecesor Enrique Peña Nieto, que tantas suspicacias ha generado y que entraña muy fuertes y hasta irregulares intereses extranjeros y de la elite empresarial del país. Nada sencillo el tema, los legisladores están ante una enorme responsabilidad de quedar bien con el ejecutivo sin afectar lo que de la iniciativa privada esté bien, y al mismo tiempo inscribirse en la tendencia mundial de energías limpias.
Hasta el gobierno del norte está con insomnio a lo que pueda venir con esta ley, toda vez que hay intereses de sus empresas con inversiones en México y están con lo de las referidas energías limpias.
La Ley de la Guardia nacional, que esencialmente queda en manos de militares y con plena coordinación de estas dos fuerzas, es algo que urge toda vez que el tráfico de drogas y toda la secuela de violencia está de mírame y no me toques.
Y no estará nada negativo que de una vez por todas, como lo han dicho mujeres y hombres en muchas partes del planeta, se proceda a legalizar las drogas y evitar que esta industria sin chimeneas deje de prevalecer con tan nefastas consecuencias como se ve todos los días.
De la reforma electoral que enviará Andrés Manuel López Obrador a la Cámara de Diputados luego del 10 de abril, es ya una respuesta decidida a cambiar las reglas del juego, de un Instituto Nacional Electoral y del Tribunal Electoral que son de gran eficiencia en lo operativo, pero de una gran disfuncionalidad de sus ejecutores, que vaya la pasan más que bien.
Incluye la iniciativa que los consejeros y magistrados electorales sean electos mediante el voto directo de los mexicanos y evitar así las cuotas de los partidos políticos sin ton ni son. Vaya asunto este.
Ya de despedida, la inflación que todo trastoca y que el gobierno tiene una enorme responsabilidad pues hay causas externas e internas; como sea, ya pega demasiado en los bolsillos es de la mayor parte de los estratos sociales, o como diría un estudiante de la Facultad de Economía de la UNAM hace algunos ayeres, de las clases económicamente jodidas.
Hasta la próxima.
Escritor y periodista