Inicio POLÍTICA Pandemia y miedo una mala combinación

Pandemia y miedo una mala combinación

En congruencia o no con el nerviosismo que impera en el País, algunos municipios del estado y la Universidad Veracruzana se suman a la estrategia nacional de la SEP y la Secretaría de Salud federal y cancelan eventos de concentración masiva y adelantan las vacaciones de semana santa para evitar contagios en las universidades y en diversos municipios por eventos deportivos, festivos y culturales.

La estrategia, hasta el día de hoy, es de suma importancia para evitar los probables contagios. La geografía del estado con su amplio litoral, los puertos de altura, sus festividades y zonas de atractivos turísticos que son visitados por turismo internacional lo hace susceptible para que los veracruzanos pudiéramos resultar afectados por el virus volador que viaja con ciudadanos que han tenido contacto con China y Chinos, pero también con visitantes a ese país que ahora caminan por sus lugares de origen, infectando a los pobladores con los que tienen contacto.

Las medidas no son descabelladas en algunos lugares del país la infección ha provocado casos positivos, hay miles de sospechosos y la amenaza sigue ahí, tan cerca de nosotros que debemos aceptar que las disposiciones del gobierno federal, los estado y los especialistas si sugieren este tipo de drásticas prevenciones, hay que acatarlas y cumplirlas, el Coronavirus no está lejos, convive con nosotros y hay que prevenir que nos infecte.

Sin duda, el miedo por la pandemia es natural y aceptable, a excepción del dengue, en nuestro estado no hemos tenido ninguna epidemia que nos quite el sueño, sin embargo la epidemia de dengue en Veracruz causó una gran mortandad y casos que a la fecha mantienen al estado en el primer estado con casos de esa enfermedad.

Con un relativo control, medicamentos y tratamientos el dengue se controló, había respuesta rápida y las medicinas actuaban y siguiendo las indicaciones médicas la enfermedad no lograba trascender y cedía a la atención médica.

En el Caso que nos ocupa el COVID-19 es un virus que no se ha aislado y que el conocimiento sobre situación y evolución aún no está definido, lo que lo convierte en una enfermedad más peligrosa, porque, como la diabetes, hipertensión y otras enfermedades, como la propia Gripe, no tienen  cura, sólo paliativos médicos de control.

La estrategia médica, del Gobierno de México, de suspender las clases y todos los eventos de concentración masiva es un gran esfuerzo que la sociedad tendrá que realizar para no asistir a eventos deportivos, culturales, de esparcimientos cines y teatros, servicios religiosos y cualquier otro tipo de reunión masiva.

En el momento que se generaliza la suspensión de actividades por parte de la Secretaria de Salud y el Gobierno de México, sus instituciones y los siguientes niveles de gobierno: estado y municipios, éstos, deberán estar generando estrategias que aseguren el abasto de alimentos y los insumos para su producción.

El estado deberá observar que los comerciantes y algunos empresarios gandayas, no comiencen a someter a la ciudadanía a la especulación de mercancías, principalmente, los alimentos y productos del campo, frutas y verduras, así como medicamentos y otros enseres que empiezan a escasear como lo es el alcohol, los geles antibacterianos, cubre bocas y otros desinfectantes a base de alcohol, que permanecen fuera de los estantes de las farmacias, pero, que hay en la bodegas de las mismas.

La canasta básica debe estar asegurada, porque el desabasto podría generar otro tipo de problemas sociales que aunados al miedo provocaría una verdadera crisis en el pueblo mexicano que, es estos momentos, no sabe qué hacer, algunas ciudades han sufrido compras de pánico que solo atormentan a los ciudadanos con un “imaginario apocalíptico” del que estamos muy lejos, pero, como presagio maligno sólo aumenta el temo, la especulación y psicosis colectiva.

La estrategia de guardarse en las casas representa una medida extrema de precaución para evitar algún brote de la enfermedad, que por causa del contagio con alguien infectado pueda provocar una epidemia que no queremos enfrentar porque no tenemos capacidad médica parfa resolver..

En nuestro estado, al momento, no se ha reportado ningún caso de contagio, ojalá que esta tendencia continúe y siguiendo las instrucciones que emanan de las secretarias de salud, estatal y federal, y, del propio gobierno del estado y país, atendiéndolas correctamente, esta enfermedad ceda sin los problemas que el al otro lado del mundo se están dando y, que, al parecer, el control de la pandemia se encuentra aún muy lejos de detener.

Sigamos las indicaciones, pues, al pie de la letra, de lo que dicen las autoridades sanitarias, cumplamos y comprometámonos con la salud de nosotros mismos y realicemos nuestra actividades lo más básicamente indispensable, con responsabilidad, para no exponernos a un contagio.

Por supuesto que los restaurantes y cafeterías resentirán el cierre de sus establecimientos y tendrán que aguantar este mes que ha determinado el Gobierno para evitar un contagio masivo de los veracruzanos.

Por consiguiente:

La medida, quizás es severa, pero, debemos coadyuvar con el Estado para que la salud prevalezca y todos los ciudadanos podamos estar sanos, una epidemia de este tipo en Veracruz será de difícil control porque las instituciones médicas de salud no tienen la capacidad de atender a muchos pacientes a la vez y, no estamos hablando de cientos o miles, sino sólo del número que cataloga la enfermedad al calificarse como epidemia. 

Puente sumergido

La ayuda y prevención está en sus manos, asi que láveselas muy bien y varias veces al dia.

fl.carranco@gmail.com

Artículo anteriorCrónica de un estudiante mexicano en Italia
Artículo siguientePoca miel, mucha demanda

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario
Por favor ingrese su nombre aquí