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Poca miel, mucha demanda

Hace apenas unos meses los apicultores mexicanos se venían quejando de los bajos precios de la miel; se enfrentaban a dos problemas, por un lado, la baja producción y el elevado costo de extracción y por otro la importación de una falsa miel traída de China.

La producción de miel ha venido disminuyendo por la escasa floración provocada por las malas condiciones climatológicas, que han dejado sin alimento a las abejas, por lo que la cantidad de miel que se extrae ha venido cayendo.

Los apicultores han solicitado el apoyo del gobierno federal para poder subsistir y seguir produciendo miel de calidad, aun cuando se tengan que enfrentar a la importación de miel de mala calidad que se vende a un precio más bajo.

La falta de lluvias ha venido afectando mucho la floración y en algunos sitios se ha tenido que tomar la decisión de dejar descansar a las abejas y darles mantenimiento a los apiarios.

Con la llegada de la pandemia del coronavirus se vislumbra un incremento en la demanda de miel y sus subproductos, como son el polen y la jalea real, gracias a las propiedades curativas que se le adjudican a este endulzante natural, que está considerado como una de las sustancias que más benefician la salud humana.

Entre las propiedades que se le atribuyen está el fortalecimiento del sistema inmunológico y cualidades curativas que alivian la tos, la bronquitis y los problemas de garganta, entre otras enfermedades, además de que es un antiinflamatorio y antibiótico natural. 

LA APICULTURA Y EL CORONAVIRUS

El coronavirus beneficiará de alguna manera a los apicultores al incrementarse la demanda de miel, sin embargo, la baja producción causada por la escasez de lluvias por la que ha venido atravesando el campo mexicano y la falta de floración, beneficiará solamente a los grandes productores que sabrán aprovechar el momento para incrementar el precio del endulzante, porque habrá poca miel y mucha demanda.

No hay que olvidar que el beneficio de las abejas no es nada más la producción de miel, sino también la labor de polinización que favorece la formación de frutos y semillas lo cual tiene un importante impacto en la producción de alimentos. La labor de las abejas es incansable e insustituible en favor del ecosistema. 

Mientras tanto hay que esperar a que mejoren las condiciones climáticas, para que la producción de miel se reponga y el sector reviva. 

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