Dos personajes distinguidos de la política nacional han renunciado a las filas del Partido Revolucionario Institucional: José Narro Robles y Beatriz Pajes Rebollar. Las razones que los orillaron a tomar esta drástica decisión son similares.
Ambos coinciden en que no hay militancia interna y que existen muestras muy evidentes de que hay un candidato preferido de la cúpula priista para ocupar la presidencia de este partido y por si esto fuera poco hay indicios claros de una intervención del gobierno federal para que el dirigente nacional sea el campechano Alejandro Moreno Cárdenas, quien es muy cercano a Andrés Manuel López Obrador.
Estas renuncias lo que hacen es agravar la crisis que se vive en el PRI, donde luego de la salida de estos dos personajes, se vislumbra un panorama sombrío toda vez que se han olvidado de las bases que reclaman un cambio de rumbo y gestar una transformación para convertirse en una verdadera oposición al nuevo régimen hoy en manos de Morena.
Con esta renuncia se han dejado escuchar las voces críticas de Manlio Fabio Beltrones y Rogelio Montemayor declarando públicamente que no acudirán a votar el próximo 11 de agosto en que se llevarán a cabo las elecciones internas para designar a la nueva dirigencia nacional.
Los priistas inconformes se quejan abiertamente de que el PRI ahora es manejado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, lo que significa que se ha convertido en un partido satélite de Morena, ya nada más faltaría que los morenistas se pasaran a despachar al edificio de Insurgentes Norte.
Ya fue aceptada la candidatura de tres fórmulas para dirigir al PRI encabezadas por Alejandro Moreno, Ivonne Ortega y la veracruzana Lorena Piñón Rivera, que durante 45 días presentarán sus propuestas ante la militancia y como lo han expresado lucharán para que la cúpula priista permita que este proceso se realice de manera democrática y con el piso parejo para todos. El resto de los contendientes quedaron fuera de la jugada, pero lo que más llamó la atención fue el rechazo de la fórmula encabezada por Ulises Ruiz, quien quedó fuera por no entregar el paquete de firmas requeridas por la comisión. No hay que perder de vista a Lorena Piñón, quien tiene un gran trabajo en el partido, donde desde muy joven ha representado a las mujeres y su más reciente cargo fue el de delegada de Relaciones Exteriores en Veracruz.
Lo cierto es que de seguir las cosas como están, el PRI corre el riesgo de desintegrarse o convertirse en la chiquillada de los partidos, con posibilidades nulas de recuperar posiciones para los próximos comicios, sobre todo si no voltean a ver a los comités municipales que se encuentran hoy en completo abandono.
FUTURO 21
Por su parte, el excandidato presidencial de Nueva Alianza, Gabriel Quadri de la Torre se ha sumado a un proyecto político llamado FUTURO 21, que consiste en integrarse al Partido de la Revolución Democrática para contender en las próximas elecciones, sin tener que constituir un nuevo partido. Tarea que se ve un tanto difícil pero posible, sobre todo porque de esta manera se podrían hacer alianzas con otras fuerzas políticas o partidos sin dividir el voto.
Pronto Gabriel Quadri decidirá si su organización se suma al nuevo proyecto del PRD para crear FUTURO 21 y contender con mayores posibilidades de triunfo en las elecciones del 2021 con una alianza fuerte y competitiva, sin las limitantes que tiene la creación de un partido nuevo.
Para el PRD esta sería la mejor opción, porque está visto que sus alianzas con el PAN no le han funcionado tan bien últimamente. Lo importante es no facilitarle las cosas al partido en el poder ni a sus partidos satélites. Esto significa que llegó el momento de renovarse o salir corriendo.
Poeta y articulista.
