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Rolando Quevedo, con tinta en las venas

Por Gabriel García-Márquez

Entre los grandes columnistas que ha dado Veracruz está sin la menor duda José Rolando Quevedo Lara, autor de la columna De Primera Mano, que se ha publicado ininterrumpidamente desde hace 24 años en el Diario Liberal del Sur, donde fungió como director desde 1998 hasta 2007, convirtiéndose después en vicepresidente de esta casa editorial, donde hasta la fecha sigue colaborando y aportando su vasta experiencia y su especial estilo de hacer columna política.

Rolando Quevedo a sus 78 años cumplidos forma parte de una estirpe de columnistas y periodistas que han dejado huella en Veracruz, haciendo un periodismo de calidad con investigación y análisis. Muchos de estos periodistas contemporáneos ya se han adelantado, pero el “reportero” Rolando Quevedo, que es como a él le gusta autonombrarse, sigue escribiendo su columna De Primera Mano, haciendo polémica y formando opinión entre sus lectores que son muchos.

Una vez alguien dijo que a Rolando Quevedo ya nadie lo lee, entonces el columnista escribió tan solo una línea hablando sobre las maldades de ese alguien, que de inmediato llegó llorando al periódico a pedir que no se le atacara.

¿Pero si nadie lee a Rolando, qué te preocupa? Le dijimos y tuvo que aguantarse, porque si alguien es leído en este puerto es Rolando Quevedo Lara.

La mayor parte de su vida la ha dedicado al periodismo y ha vivido 40 años en Coatzacoalcos, aun cuando nació en Tierra Blanca, pero donde realmente creció y se formó fue en el Puerto de Veracruz, donde comenzó a respirar periodismo por todos los poros, como él dice, desde los 15 años trabajó en El Dictamen de la familia Malpica, pero algo lo atrajo a Coatzacoalcos donde hoy disfruta de sus amigos y de su familia al lado de su esposa Lupita Tiburcio, una gran mujer que desde que nació estaba predestinada a ser el motor de su vida. Nacieron casi al mismo tiempo y se casaron el mismo día de su cumpleaños. Así es el destino.

Durante su carrera ha recibido muchos reconocimientos, entre ellos 2 premios nacionales de periodismo y 5 estatales, solo por comentar algunos.

Aun cuando fue difícil entrevistar a Rolando Quevedo, finalmente accedió a contarnos parte de su historia en esta conversación que podría ser el principio de un libro de memorias que seguramente ya estará escribiendo.

ENTREVISTA:

¿CÓMO RESUMES LA HISTORIA DE TU VIDA?

Nací el 14 de octubre de 1944 por necesidades familiares en Tierra Blanca, sede de la tradicional familia Lara, de campesinos puros, la cuarentena pues, mi madre envuelta entre blancas sábanas de manta; después, en Veracruz con la luna de plata, como dijo “El Flaco” Agustín Lara. Los últimos 40 años, en Coatzacoalcos.

Me casé el 14 de octubre de 1972 con Lupita Tiburcio González, la mujer que desde que nació hice mía. Yo vi la primera luz a las 14:00 horas; ella a las 15:00 de aquel 14 de octubre de 1944. El número 4, lo nuestro para todo en nuestra larga vida de triunfos. Los sinsabores, los olvidamos a las 24 horas de la pasada Noche Buena.

¿CÓMO HA SIDO TU TRAYECTORIA PROFESIONAL?

Respiro periodismo por todos los poros; mi sangre negra por la tinta que circula en las venas, casi nací bajo una rotativa, con 15 años a cuestas, mis primeros pasos entre crisoles que hervían aleaciones de metales, iban a moldes que formaban cilindros y conformaban las planas de la edición diaria; antes de esos, ¡Ah! los linotipos en los que un artista ante un teclado similar a una máquina de escribir, pisaba una tecla, formaba palabras que componían una línea con los cuadratines que se requerían que midiera, movían palanquilla a la derecha, bajaba el componedor, llevaba la línea al distribuidor y se iban componiendo los textos tipográficos que fundía el metal de las letras de una línea completa de texto y facilitaba la composición, la llevaban a una galera, después a una mesa formaban la página. A continuación, la plana de metal, la trasladaban a una matriz, especial cartón que fabricaban para que recibiera la impresión de todo lo de esa plana en metal que llevaba las fotografías ídem trasladadas a metal, de ahí al crisol del que salían los cilindros que se instalaban en las unidades de la rotativa… a los 17 años, fui el principal “traidor” en ¡la redacción!, iba por los cigarros, los refrescos, las tortas… empírico pues, de pura cepa.

¿DESDE CUÁNDO VIVES EN COATZACOALCOS Y POR QUÉ LLEGASTE A ESTE PUERTO?

Hace 41 años, mi esposa me pidió un futuro verdadero para los hijos, El Dictamen de los Malpica no nos garantizaba nada, entonces busqué y encontré en el mapa a Coatzacoalcos, municipio virgen en muchos aspectos, dos de ellos, el periodístico y el educativo.

¿CÓMO Y CUÁNDO DECIDISTE SER PERIODISTA?

Siento que traía el periodismo en las venas, pero la vida me permitió tener cuatro escuelas que me formaron:

El Dictamen de Veracruz, del 12 de octubre de 1959 al 25 de febrero de 1979, 20 años.

Matutino de Coatzacoalcos, seis meses, de abril a octubre de 1979.

Diario del Istmo, noviembre de 1979 a 1998, 19 años.

Liberal del Sur, del 27 de noviembre de 1998, a la fecha: 24 años.

¿CÓMO COMENZÓ TU VIDA EN EL PERIODISMO?

En la escuela mañana y tarde, y por la noche en el periódico; en las madrugadas, bohemia pura con los monstruos del periodismo de aquellos años en El Dictamen; Don Alfonso Valencia Ríos, Don Antonio Salazar Páez, Don Julio Sergio Guerrero, Don Augusto M. González, Don Bartolomé Padilla, Don Antonio Herrera Cerezo. Ellos me llevaron de la mano.

El Principal, el Profe Valencia Ríos, allá en el rincón tenía su escritorio al que rodeaban hasta siete escribanos, o séase las personas cuyo oficio es escribir lo que les dictan, también llamados amanuenses; el Profe dictaba casi al mismo tiempo el editorial del día, la nota principal, la roja, hasta la de sociales. En una coma, detenía ese dictado, pasaba al siguiente tema, casi sin parar. Yo fui uno de esos escribientes, con él, las primeras letras… y hasta la fecha.

¿HA INFLUIDO EN TU LABOR PERIODÍSTICA LA TECNOLOGÍA Y LAS REDES SOCIALES?

Uno está obligado a mantener la línea de conducta: comunicar e informar, para contribuir a la formación de la opinión pública.  Se imponen ímpetus, vehemencias; también furia, viveza, prontitud y resolución. Se diversifica el material informativo. No suponemos que se publica todo lo que les importa, pero sí, se asume que la mayoría lee nuestros temas importantes. Las investigaciones que hemos hecho respaldan este supuesto, qué interesa a toda una variedad de público o de comunidades. ¿Cómo encontramos que se interesan en leernos?… Otra idea, que otros siguen del principio al fin… siguen la huella, incluso ahora en mi cuenta de Facebook.

¿CUÁLES SON LOS TEMAS QUE MÁS TE APASIONAN?

Mi columna DE PRIMERA MANO tiene como finalidad transmitir información y, a su vez, divulgar ideas asociadas a personas o entidades concretas. Está muy presente en la vida cotidiana de nuestros lectores. Es un artículo razonador, orientador, analítico, valorativo –según los casos–.

Su finalidad es idéntica a la del editorial, que cumple un cometido propio de la solicitación de opinión y en un nivel análogo al del editorial. Explica sus noticias, su alcance, sus consecuencias y toma postura ante los datos que aporta la noticia. Trata temas de opinión, interpreta y comenta temas de actualidad.  Habla de los hechos más actuales y, normalmente, los que tienen más implicaciones o generan más debates en nuestra sociedad. Con estilo y estrategias de redacción personales. Adopta tono formal o informal e irónico, polémico o suave y humorístico, de acuerdo con el tema que se toca. Se escogen los temas que interesan dentro de ese ámbito, y desde las perspectivas los presento para atraer a los lectores.

¿EN CUÁLES MEDIOS DE COMUNICACIÓN HAS COLABORADO?

Además de El Dictamen, El Matutino, Diario del Istmo, Liberal del Sur, Diario Los Tuxtlas. Esporádicamente escribí en Proceso, El Universal, Excélsior, Notiver, Radio y en Televisión. Hoy también en las redes sociales, en Facebook principalmente.

¿QUIÉNES SON LOS COLUMNISTAS QUE SIGUES?

Leo a Enrique Quintana, Raymundo Riva Palacio, Salvador Camarena, Sergio Bustamante, F. Bartolomé, Carlos Loret de Mola y José Cárdenas, principalmente.

¿ADMIRAS A ALGÚN PERIODISTA NACIONAL?

Por supuesto que sí, al famoso Armando Fuentes Aguirre, mejor conocido como Catón, quien también ha sido colaborador del Liberal del Sur.

¿QUIÉN ES TU MODELO EN EL PERIODISMO?

El reconocido periodista Alfonso Valencia Ríos, todo un personaje. Hombre de entrega, de mente ágil que sabía hacer periodismo y me enseñó a escribir.

¿QUÉ ES LO QUE MÁS TE GUSTA DE TU PROFESIÓN?

Ejercer un periodismo ético, honesto, libre e independiente. El compromiso fundamental, luchar por la verdad, la justicia, el bien, el interés común, la familia, la democracia, la honestidad, que prevaleciera el sentido de la decencia y las buenas costumbres. Se impone “disciplina”, valor fundamental para lograr la excelencia. “confianza”, nos acompaña siempre para realizar bien las labores. Valor fundamental, la “puntualidad” para lograr que el proceso de elaboración sea actual. Se impone “responsabilidad” para realizar funciones con entusiasmo, alegría, dinamismo y energía contagiosa. “Calidad” que implica esfuerzo diario para realizar el trabajo lo mejor posible, poniendo en cada detalle dinamismo y creatividad, de tal forma que las acciones se reflejen en las columnas.

Conducirnos siempre con “honestidad”, con la verdad en cada una de las actividades que se empeñaron, con acciones transparentes en el servicio.

¿QUIÉNES SON TUS MEJORES AMIGOS CON QUIENES ACOSTUMBRAS IR AL CAFÉ?

Mis amigochos que siguen a pie juntillas las aventuras en el café polacos… y la vida. No quiero decir sus nombres para que no se me olvide ninguno de ellos.

Por tradición, me gusta ir a la cafetería del Hotel Enríquez con mis “cuatrochos” de siempre.

¿CUÁL ES TU BEBIDA PREDILECTA?

Whisky, Tequila y el agua bendita.

¿CUÁL ES TU PLATILLO FAVORITO?

Todos los platillos que surgen de la cocina de mi esposa. Es una excelente chef. Cocina riquísimo.

¿CUÁLES LIBROS RECOMIENDAS LEER?

La verdadera Historia de México de Heberto Castillo, un referente de la izquierda mexicana.

¿CUÁL ES TU ESCRITOR PREFERIDO?

El escritor y periodista Luis Spota, autor de libros como Palabras Mayores, Retrato Hablado, el Primer Día y Casi el Paraíso entre más de 30 obras que hicieron época.

¿QUÉ RECOMIENDAS A LOS JÓVENES PARA CUALQUIER PROFESIÓN?

Les recomiendo una sola cosa: Lean, lean, lean, lean, lean y lean.

¿QUÉ SIGNIFICA PARA TI EL LIBERAL DEL SUR?

Pertenecer al Liberal me fortifica, me hace fuerte, me vigoriza, me refuerza, me robustece, me tonifica, me endurece, me consolida, me afianza, me asegura, me blinda, me fortalece, pues. Es el único periódico del mundo al que importa lo que ocurre en nuestro pueblo. El lema demasiado simplificado, pero la verdad es que se centra en la fuerza básica del periódico. Escribimos para Don Juan Pueblo, con sentido de servicio a la comunidad.

¿CUÁL ES TU MAYOR ORGULLO COMO SER HUMANO?

Mi orgullo son mi esposa, mis hijos y mis nietos. Son lo más valioso que me ha dado Dios.

¿TIENES ALGÚN SUEÑO QUE NO SE TE HAYA CUMPLIDO TODAVÍA?

Que se cumplan los proyectos de mis nietos Rolando, Rodrigo, Fernando, Mateo y Mary. Y por supuesto también los de mis hijos.

Al concluir esta conversación a Rolando Quevedo le brillan los ojos y quiere decir algo más para rematarla: “He tenido una vida de triunfador por lo que he logrado y por los reconocimientos que he recibido, por lo que todo lo reduzco a una sola frase: GRACIAS A LA VIDA”.

CAJA DE DATOS:

1.        Nombre completo:

José Rolando Quevedo Lara

2.        Dónde y cuándo nació:

Tierra Blanca, Ver., 14 de octubre 1944

3.        Nombres de sus padres:

José Tomás Quevedo Rivera de ocupación ferrocarrilero y Cecilia Lara Lara

(ama de casa).

4.        Hermanas: Martha, Elvia del Carmen, Laura y Cristina, menores que

él.

5.        Sus hijos:

José Rolando y José Fernando Quevedo Tiburcio.

6.        Estudios profesionales:

La vetusta Escuela Normal Veracruzana, que estuvo en la Logia enclavada

en los pasillos del edificio donde Benito Juárez firmó las Leyes de Reforma.

Cursos en la vieja Facultad de Periodismo que estaba en la avenida 5 de

Mayo casi esquina Lerdo, a unos cuantos pasos de El Dictamen, a una

cuadra de los Portales.

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