Inicio POLÍTICA Yanga en Querétaro

Yanga en Querétaro

156

Gino Raúl De Gasperín Gasperín

El día 31 de marzo se presentó el libro de Yanga, Príncipe de la libertad en el Museo de la Ciudad de Querétaro. Fue una experiencia muy agradable y enriquecedora.

En primer lugar, por dar a conocer a Yanga a un público muy atento, respetuoso, interesado y participativo.

 Enseguida, por haberse realizado en un edificio histórico, que formó parte del Convento de las Carmelitas, en donde permaneció encarcelado Maximiliano de Habsburgo previo a ser ejecutado en el Cerro de las campanas.

Asimismo, la experiencia fue única, excepcional, por haber tenido el honor de que el presentador de Yanga haya sido el maestro y poeta bilingüe Luis Alberto Sánchez González, originario de la comunidad de Bominzá, Tolimán; Filósofo y maestro en estudios amerindios, de origen hñöhñö (otomí), participante de múltiples eventos y congresos en pro de las tradiciones orales, las culturas populares, las costumbres, tradiciones y la flora y la fauna de la comunidad otomí.

Su presentación, emotiva y perfectamente documentada, hizo que Yanga se elevara por los cielos de la cultura y la historia como lo que fue, un ícono de la lucha por igualdad, la libertad y la dignidad de todos los seres humanos.

En el intermedio, el evento tuvo un giro original con la participación del cuarteto Ars Vitae, que interpretó un fragmento del Oratorio Las siete Palabras, de Joseph Haydn y un concierto de Juan Sebastian Bach. Como detalle de erudición, el violista del cuarteto narró que el oratorio fue compuesto por Haydn a petición de un sacerdote, José Sáenz de Santamaría, criollo nacido en Veracruz.

El clérigo había heredado propiedades en Cádiz y allí fundó el Oratorio de la Santa Cueva, en donde, con motivo de la semana mayor, ideó celebrar las llamadas «Siete palabras» de Cristo en la cruz, devoción nacida en Perú. El sacerdote encomendó a Haydn una composición con ese tema y el músico hizo una obra de la siempre se sintió orgulloso.

El Oratorio, compuesto por una obertura y siete adagios, fue interpretado intercalando las partes durante la prédica de las siete palabras. La leyenda cuenta que el sacerdote pagó a Hayden con un pastel de chocolate. El músico, desconcertado y molesto, tomó el cuclillo, partió la torta y, para su sorpresa, del interior brotaron monedas de oro…

Posterior al intermedio musical, mi intervención fue para dar una sucinta explicación del porqué de esta historia novelada y de las diversas formas en que puede ser leída, experiencia que ya ha sido compartida por varios lectores. Durante la presentación, se proyectó la impactante pintura de Jaime Sánchez Nava y los dibujos de Jorge Hernández Deméneghi.

Para concluir con lo que fue una agradable velada literario-musical, realizada con la atinada coordinación de Gina y el indispensable apoyo de Raúl, hubo oportunidad, además de las entrevistas y de la tradicional firma de libros, de intercambiar impresiones, responder preguntas y comentar una variedad de interesantes opiniones, en las que los asistentes expresaron su interés por la gesta libertaria del Yanga, y su deseo de saber más de este episodio tan extraordinario, significativo y señero de la historia nacional.

Por supuesto, atrás de todo, desde la gestación del libro y su azaroso peregrinar hasta el momento actual, está Nora, mujer excepcional.

grdgg@live.com.mx

Artículo anteriorAMLO dice que la compra a Iberdrola de 13 plantas eléctricas es una «nueva nacionalización»
Artículo siguienteBorges y Rulfo again
Es un sitio digital abierto a todas las ideas, emociones, libertades, política, literatura, arte y cultura. 

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario
Por favor ingrese su nombre aquí