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Tarde de cangrejos azules en Coto Cabana

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Miguel Valera

Alex, Axel y Zoé son tres pequeños que viven en la laguna Coto Cabana, una reserva natural ubicada en la Barra de Chachalacas, a unos 80 kilómetros de Xalapa, la capital de Veracruz.

Con 3, 4 y 6 años de edad, ellos no saben aún del cambio climático, del calentamiento global, ni de la emergencia ambiental que se vive en el mundo. No conocen a detalle de la contaminación que generan los ingenios La Gloria y El Modelo, ni de las descargas urbanas de la ciudad de Cardel a este cuerpo de agua.

Zoé, una niña de seis años, se divierte con un caracol al que cuida en un pequeño recipiente con agua y a quien alimenta con pedazos de plantas que corta cuidadosamente en el margen de esta laguna de 300 kilómetros, decretada como Área Natural Protegida en 2016, como parte del archipiélago de lagunas de la zona conurbada de los municipios de Veracruz y La Antigua.

A su lado, Alex y Axel corren a la orilla de la laguna, persiguen a un conejo que han domesticado y se suben a una lancha para recorrer Coto Cabana, sin saber bien a bien quiénes son los jóvenes ambientalistas que este día los visitan.

Ya son las 18 horas del sábado 14 de septiembre de 2019 y ahí, montados sobre la lancha que conduce Braulio Tejeda, este grupo de muchachos entusiastas, dirigidos por Juan Carlos Atzin Calderón de las asociaciones Somos la semilla del cambio y En el corazón está el cambio, se aprestan a conocer esta reserva natural de manglar que está en peligro.

Dirige la expedición Ariel González Zapata, miembro de la Cooperativa Coto Cabana y está entre ellos, el biólogo Javier Alfredo Jiménez Campos, Jefe de Ordenamiento Ecológico del municipio de La Antigua; Madelaine Fernández Teco, Coordinadora PAU Ver y mi viejo compañero de la Escuela Secundaria “Miguel Alemán Valdés” de Paso de Ovejas, Aurelio Molina Hernández, comprometido protector de las aves y responsable de la Reserva Natural Xocotitla.

También, entre ellos, el multipremiado periodista Hugo Garizurieta, con un equipo de Radiotelevisión de Veracruz.

Mientras en Xalapa, la capital, llueve a cántaros, en la Barra de Chachalacas, el viento de 48 kilómetros por hora, con rachas de 51, como lo anota Protección Civil estatal para la costa, disminuye un tanto en Coto Cabana, por la barrera natural del mangle.

Alex, Axel y Zoé meten sus manos al agua, mientras la lancha que dirige Braulio avanza entre el manglar.

¿Hay cocodrilos en este cuerpo de agua?, pregunta alguien.

¡Queeeeeé!, grita Zoé, con un grito más de admiración que de espanto, y enseguida añade de manera simpática: “¿Hay un cocodrilo aquí? ¡Sálvense quien pueda!”

¡SALVEMOS AL CANGREJO AZUL!

Con tan solo 25 años de edad, Juan Carlos Atzin Calderón, de Somos la semilla del cambio AC y En el corazón está el cambio AC, con 13 años de labor socioambiental en Veracruz, ha venido aquí con un proyecto para salvar la reserva natural y proteger al Cangrejo azul —Cardisoma guanhumi— el cual se encuentra en riesgo.

Convocó a las cuatro de la tarde a las autoridades de los tres niveles de gobierno y a los cooperativistas de Coto Cabana, para explicarles una iniciativa de ley que promoverá entre legisladores, para detener la depredación de esta zona.

Y ahí, en una palapa acariciada por el viento del norte, sentó a algunas autoridades como Uriel Cruz Roque, regidor segundo de La Antigua; Inocencia Dinorath Morales, regidora cuarta de ese mismo municipio; Eugenio Mendoza, regidor segundo de Úrsulo Galván; Eloy Méndez González, agente municipal y Rodrigo Carranza Suárez, Comisariado Ejidal de la Barra de Chachalacas.

Luego de explicarles los términos de la iniciativa, pidió firmarla, para enviarla al Congreso federal y al Congreso local.

“Este acuerdo, me dijo, tiene puntos centrales de protección al Cangrejo azul y al ecosistema manglar”.

—¿Qué piden concretamente?

“Pedimos  que el Cangrejo azul esté dentro de la Norma Oficial Mexicana 059, catalogada como en peligro de extinción. Además, que la SEMARNAT, la PROFEPA, la CONAM, sumemos esfuerzos con las organizaciones de la sociedad civil y las autoridades, justamente para garantizar la protección del Cardisoma guanhumi, Cangrejo azul, y también los cuerpos de agua de la laguna Cabana que son muy importantes”.

—¿Cómo convencer a los diputados que apoyen la iniciativa, sobre todo porque hay que regular la industria de ingenios en la zona?

“Va a ser un tema federal, que en su momento ya estaremos platicando con autoridades de PROFEPA, SEMARNAT  y CONAM en Veracruz. Sin lugar a dudas no es un tema que salga para mañana y que sea fácil, pero es un Cabildeo que estoy seguro, que ante la emergencia ambiental que se vive en el planeta, van a tener a bien respaldar”.

Ganador del Premio Nacional de Acción Voluntaria y Solidaria a nivel federal y del Premio Estatal de la Juventud en materia ambiental, Juan Carlos Atzin Calderón va ahí, montado en la lancha que dirige Braulio observando los rostros de Alex, Axel y Zoé, quienes se divierten con el agua y las flores de los lirios acuáticos.

Desde 2013, me dice, ha venido realizando acciones en materia social y ambiental.

Se inició cuando tenía 12 años, en el municipio de Las Choapas, en una reserva ecológica de su familia. “Ahí me apasioné por los temas ambientales. Y desde entonces he venido conociendo las necesidades que hay y los problemas ambientales en Veracruz, México y el mundo. Creo que este es un problema que nos debe ocupar a todos”.

Mientras resuenan en mí estas palabras que me acaba de decir Juan Carlos Atzin, veo con emoción a los pequeños Alex, Axel y Zoé¸ cuidando al caracol que va sumergido en un recipiente con agua, maravillándose por el viento que azota los lirios y manglares, sin pensar en el futuro, ¿o es que acaso habrá futuro me pregunto? Sí habrá, me respondo, al ver el trabajo y el compromiso de estos jóvenes.

LA MIGRACIÓN DE AVES MÁS GRANDE DEL MUNDO

Mientras Ariel González Zapata nos explica el tamaño de esta laguna —300 kilómetros— y nos informa de la gran variedad de aves y especies acuáticas que aquí llegan, como la nutria o el sábalo adulto que desova, crece y luego regresa al mar, Aurelio Molina Hernández nos va señalando el tipo de aves que vamos viendo.

Garza blanca, garzeta verde, zopilote negro, zambullidores, martín pescador, cormoranes, gavilán caracolero, garza gris, garza blanca. A lo lejos, me dice, se escucha el canto de un halcón guaco y en el cielo, añade, una fragata macho, que se distingue de la hembra por su pecho rojo.

Aurelio nos cuenta, emocionado, de sus orígenes y del trabajo que realiza en la Reserva Natural Xocotitla —ubicada en el municipio de Paso de Ovejas— desde donde observa la migración de aves más grande que se da en el mundo.

Dice que el vínculo que tiene con la tierra y la naturaleza “es muy fuerte, es enorme” y por eso él y su familia decidieron convertir un predio ganadero en una Reserva Natural.

Lo que buscamos es proteger y conservar las especies de flora y fauna que están amenazadas o en peligro de extinción”, añade, al señalar que esto es parte de un sueño maravilloso que jamás se imaginó vivir.

“Desafortunadamente nuestra voz se escucha poco y es muy difícil. Entonces esa es la tarea de unirnos, de encontrarnos con personas que piensan igual que nosotros y hacer fuerza para al menos caminar un poco más rápido”, concluye.

ECOTURISMO Y ACUACULTURA EN COTO CABANA

El sol del ocaso se observa en el firmamento. Los  rayos del astro rey ofrecen un paisaje sin igual para los fotógrafos y camarógrafos que van registrando todos los detalles.

El guía expedicionario, Ariel González Zapata, nos cuenta que Coto Cabana es una Sociedad Cooperativa que nació para proteger la laguna.

“Hacemos ecoturismo y acuacultura. Dependemos de la acuacultura y hacemos ecoturismo para dar a conocer a la gente la importancia  de los manglares y del ecosistema que tenemos aquí tan importante”.

“En muy pocos lugares conviven las cuatro especies de mangle que aquí tenemos: mangle blanco, mangle rojo, mangle tinto y mangle negro”.

“Tenemos estas especies de mangle que ha sido muy amenazada. Hemos sufrido la deforestación en la zona, porque la gente no es consciente de que el mangle es una barrera natural contra los cambios climáticos y tormentas, un purificador de agua muy grande y un refugio de todos los peces y cangrejos”.

“Hoy nos sumamos al proyecto del rescate del Cangrejo azul gigante. Estamos trabajando con ellos. Teníamos muchos, pero han disminuido. Queremos seguirlos protegiendo y nos sumamos a este proyecto. Es lo que hace Coto Cabana, cuidar el medio ambiente y ser auto sustentables”, concluye.

LOS CANGREJOS CONVIVEN CON NOSOTROS, NOS SALUDAN

Casi por concluir el recorrido de la laguna Cabana, vemos entre la arena a algunos cangrejos que salen de sus agujeros o entre las ramas del mangle o los lirios acuáticos. Los fotógrafos quieren la mejor toma, el mejor ángulo.

Don José Mateo Tejeda me dice, sonriendo, que cuando salen, “te saludan, te hacen con su mano así (y mueve el brazo, simulando la tenaza del cangrejo azul)”.

Se muestra contento por la iniciativa de Juan Carlos AtzinProtejamos al Congrejo azul”, “porque si no qué les vamos a heredar a nuestros nietos y bisnietos, quienes ya no los van a conocer, posiblemente en fotografías sí, pero vivos ya no”.

Acuacultor, productor de peces en la laguna Cabana don Mateo Tejeda dice que el gran reto de este proyecto es detener la contaminación de los ingenios, “tanto el Modelo como La Gloria y los drenajes de la ciudad de Cardel. Desgraciadamente somos la fosa séptica de todos ellos”.

“Me sumo a esto porque tengo muchos años peleando esta situación. Desde 1985 tomo esto de manera personal, porque veo con tristeza que el ecosistema nos lo estamos acabando, por una parte por la contaminación y por otra por la deforestación”.

“Aquí tenemos un manglar que si lo vemos se ve muy bonito aquí enfrente, pero de aquel lado ya lo terminaron casi todo. Sabemos de antemano y no nos queremos dar cuenta de que esto es una defensa que tenemos para los malos tiempos, para los huracanes. Nos están azotando más porque ya no tenemos vegetación que nos defienda”.

“Por eso me sumo a esta lucha. Ya hemos estado participando en algunos otros comités, como el de Vigilancia ambiental, del que nos daba credenciales cada año la PROFEPA. Renuncié precisamente por eso, porque denunciábamos toda la mortandad de peces y como si no lo denunciáramos. Entonces quiere decir que están de parapeto y a mí no me gusta ser parapeto, a mí me gusta que funcionen las cosas, que se trabaje y que se terminen los problemas y si no se van a terminar pues no tiene caso seguir desgastándose”, explica.

LOS CIUDADANOS EMPUJANDO A LOS GOBIERNOS

Los ciudadanos están empujando a los gobiernos, para el cuidado del medio ambiente, coincide el biólogo Javier Alfredo Jiménez Campos, Jefe de Ordenamiento Ecológico del municipio de La Antigua.

“Esta asociación civil, junto con muchas otras que se han acercado con nosotros, están empujando las acciones y nosotros como gobierno municipal nos sumamos a estas iniciativas para el mejor funcionamiento de los recursos naturales de una manera sustentable”.

Nos explica que Laguna Cabana pertenece a lo que es un corredor biológico multifuncional. Es un Área Natural Protegida, denominada como archipiélago de lagunas de la zona conurbada de los municipios de Veracruz y La Antigua. Fue decretada en 2016 con un grupo de 33 lagunas y esta pertenece al municipio de La Antigua.

“La intención de sumarnos como municipio a esta iniciativa de Protejamos al  Cangrejo azul es principalmente para conservar estas especies. El municipio de La Antigua tiene el compromiso con el medio ambiente al cien por ciento”.

Además, añade, el gobierno municipal está de manera constante realizando talleres de educación ambiental, prácticas amigables con el ambiente.

“Promovemos este tipo de espacios de esparcimiento, principalmente para la conservación, para que el turista venga, pero no cualquier tipo de turista, me atrevo a decirlo, un turista amigable con el medio ambiente, que se dedique al cuidado y la preservación de los recursos naturales. Esto es parte de lo que hacemos y estamos a favor de esta iniciativa de Protejamos al Cangrejo azul”, concluye.

CAE LA NOCHE

Empieza a caer la noche. Los últimos rayos de sol ofrecen postales inigualables sobre el cuerpo de agua de la laguna Cabana.

La esposa de Ariel nos ofrece un caldo de mojarra delicioso, que disfrutamos con gusto.

Rosario Máfara Chama, Presidenta de Manos de Lirio, recoge las piezas que expuso para la venta, sombreros, abanicos, collares, cestos, bolsas, todas confeccionadas con lirio acuático seco.

Nos despedimos, cuando ya la oscuridad de la noche inunda el camino que nos llevará de Coto Cabana a la Barra de Chachalacas, Úrsulo Galván y Cardel.

Mientras una luna resplandeciente nos persigue, al frente, pequeños cangrejos se abren a la orilla del camino, al sentir la luz de los faros del vehículo. Vemos también algunos sapos y ranas y un par de aves “tapa caminos”, que vuelan de inmediato al escuchar el automóvil.

Mientras bromeamos con Lore, Leti, Amparo y Anita, y comentamos del pan de dulce que compraremos más tarde en la panadería de Roque, en El Salmoral, pienso en el futuro de Alex, Axel y Zoé, los tres pequeños de Coto Cabana, que en varios años, cuando ya sean jóvenes o adultos, verán cómo la lucha de otros jóvenes dio resultados, para heredarles esta, como dice Juan Carlos Atzin¸ la única tierra que tenemos para vivir.

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