Fue descubierta en los bosques de la sierra de Tapalpa, al sur de Jalisco; lleva el nombre científico de “Photinus guillermodeltoro”.
Los entomólogos Santiago Zaragoza Caballero, del Instituto de Biología; y Geovanni Rodríguez Mirón, de la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza, ambas entidades académicas de la UNAM, descubrieron una nueva especie de luciérnaga en los bosques de la sierra de Tapalpa, al sur de Jalisco, y la nombraron Guillermo del Toro, en homenaje al famoso director, guionista, productor y doctor honoris causa de la Universidad Nacional.
l insecto recibió el nombre científico de “Photinus guillermodeltoroi”, es una de las 48 especies descritas en el estudio “Luciérnagas del Norte Occidente de México”, publicado en la “Revista Mexicana de Biodiversidad”. Los expertos han utilizado nombres de personajes de la cultura mexicana como Juan Rulfo, Frida Kahlo y Diego Rivera para clasificar cada especie en el estudio.
De acuerdo con Zaragoza Caballero, es común que el grupo de trabajo escoja nombres para denominar las especies que analizan, homenajeando a personajes famosos mexicanos y a colegas entomólogos de México y del mundo.
Este descubrimiento es el resultado de tres años de trabajo dedicados a estudiar las luciérnagas mexicanas, en los cuales se reconocieron 48 especies nuevas en la zona norte y occidente del país. En el primer proyecto, enfocado en las luciérnagas de la zona central de México, se describieron 37 nuevas especies.
El reconocimiento de esta nueva y su nombre Guillermo del Toro, es muestra de la riqueza de la biodiversidad de México y un homenaje a uno de los personajes destacados de la cultura mexicana contemporánea.
Un tesoro de biodiversidad en luciérnagas
México es considerado el segundo país más rico en cuanto a diversidad de luciérnagas, con 234 especies incluidas en 25 géneros, lo que representa el 25 por ciento de la riqueza mundial en esta especie. Santiago Zaragoza, dedicado a estudiar el comportamiento de los insectos durante 30 años, ha descrito cerca de 200 especies. En su opinión, es fundamental preservar a estos animales y dimensionar el valor de que México es un lugar propicio para su desarrollo.
El urbanismo ha afectado la concentración de luciérnagas y varias de las variedades descritas fueron recuperadas de grandes urbes, como la Ciudad de México. El universitario aseguró que es necesario conocer el impacto de estas en el ecosistema para no afectar su hábitat. Además, la emisión de luz propia que emiten colabora a la conservación del lugar en el que habitan y a las otras especies con las que conviven.
El siguiente paso de los entomólogos es documentar el comportamiento de las luciérnagas en el Golfo de México y en la costa del Pacífico. Si se confirma la existencia de nuevas pasaría de 280 conocidas hasta ahora a cerca de 360, expandiendo el conocimiento de la biodiversidad de estos insectos en el país.