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Colonias olvidadas

Para quien no lo sabe ya existe en Coatzacoalcos una colonia con el nombre de Andrés Manuel López Obrador. Aun cuando es una colonia muy pequeña y modesta, sus calles tienen cada una la placa que las identifica. 

Adivine usted cuáles son los nombres de estas calles. Le atinó. Se llaman Benito Juárez, Cuarta Transformación, Bicentenario, Bienestar y por supuesto la principal es Beatriz Gutiérrez Müller, la esposa del presidente, la primera dama aunque no le guste ese calificativo.
Por si quiere usted confirmar el dato o conocer está nueva colonia, le informamos que se entra por la Avenida Jirafas, justo frente al fraccionamiento Punta Caracol, a 500 metros de la Picadita Jarocha.
Si es usted candidato, esta es una buena oportunidad para ofrecerles servicios de drenaje, agua potable, electricidad y pavimentar sus calles. Esta podría ser una buena promesa de campaña para conquistar a los vecinos, que viven precariamente en esta colonia que tiene nada más y nada menos que el nombre del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. 

¿De quién sería la idea de bautizarla así y con qué fin? Ojalá sea para atraer las miradas y beneficiar a las familias que ahí radican.
Bienvenidos a la “Colonia Andrés Manuel López Obrador”.

Esta es una de tantas colonias olvidadas por el gobierno, que carecen de servicios básicos y que viven en el rezago y la marginación. 

EL EVIDENTE REZAGO

Hay colonias que ven pasar el crecimiento económico de Coatzacoalcos y nadie voltea a mirarlos ni a tomar nota de sus necesidades. Entre las colonias más olvidadas están la Santa Rosa, Fidel Herrera, Esmeralda de la Esperanza, Sector Popular, Constituyentes, San Silverio, Guadalupana, Antonio Luna y Solidaridad, solamente por citar algunas.

El rezago de estas colonias es evidente, a diario las familias tienen que lidiar con la falta de servicios y con la insalubridad, reina el desempleo y el vivir al día es la constante. No hay de otra más que pedir fiado en la tiendita de la esquina, para poder alimentar a la familia.

El gobierno no voltea ni a mirarlos, tal vez ahora que los políticos andan en campaña se tomen el tiempo para visitar a los colonos, que viven en un cuarto pequeño entre paredes de lámina, soportando un calor sofocante, aguantando vara, pues no hay más que hacer lo de cada día: sobrevivir.

Mientras tanto ¡Póngase la camiseta que allá viene el candidato! 

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