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El acuerdo de la dignidad


El pasado 7 de junio concluyeron las pláticas para evitar la aplicación de aranceles a los productos mexicanos importados a los Estados Unidos a cambio de resolver el problema migratorio. La noticia se recibió con gran beneplácito, por la forma en que el gobierno mexicano manejó el resultado, que fue la culminación de un conflicto que pudo haber sido fatal para la economía de México.

Hasta ahora no se han dado a conocer oficialmente los pormenores del citado acuerdo, aun cuando el presidente Donald Trump ha agradecido al gobierno de México, pero por otro lado ha manifestado que, de no cumplir con los puntos acordados en 90 días, podrían aplicarse dichos aranceles. Es decir, estamos en manos del capricho de presidente estadunidense y de su mal humor.

Circula un documento entre la cúpula empresarial que se titula “Declaración Conjunta México-Estados Unidos” en papel membretado y con logotipo del Departamento de Estado de EU, que señala textualmente que “los gobiernos de México y Estados Unidos trabajarán conjuntamente lo más pronto posible para alcanzar una solución duradera. Como resultado de las discusiones, México y Estados Unidos se comprometieron a los siguientes puntos que desgloso para su mejor comprensión:

  1. Reforzar las acciones para asegurar el cumplimiento de la Ley en México.
  2. México incrementará significativamente su esfuerzo de aplicación de la ley mexicana a fin de reducir la migración irregular, incluyendo el despliegue de la Guardia Nacional en todo el territorio nacional, dando prioridad a la frontera sur.
  3. México está tomando acciones decisivas para desmantelar las organizaciones de tráfico y trata de personas, así como sus redes de financiamiento y transporte de ilegales.
  4. México y Estados Unidos se comprometieron a fortalecer la relación bilateral, incluyendo el intercambio de acciones coordinadas a fin de proteger mejor y garantizar la seguridad en la frontera común.
  5. Los Estados Unidos extenderán de manera inmediata la instrumentación de la sección 235 (b)(2)(c) a lo largo de su frontera sur. Ello implica que aquellos que crucen la frontera sur de Estados Unidos para solicitar asilo serán retornados sin demora a México, donde podrían esperar la resolución de sus solicitudes de asilo.
  6. Por razones humanitarias y en cumplimiento de sus obligaciones internacionales, autorizará la entrada de dichas personas mientras esperan la resolución de sus solicitudes de asilo. México, de acuerdo con sus principios de justicia y fraternidad universales, ofrecerá oportunidades laborales y acceso a la salud y educación a los migrantes y sus familias mientras permanezcan en territorio nacional, así como protección a sus derechos humanos.
  7. Los Estados Unidos se comprometen a acelerar la resolución de solicitudes de asilo y proceder con los procedimientos de remoción lo más expedito posible.
  8. En el caso de que las medidas adoptadas no tengan los resultados esperados, entonces tomarán acciones adicionales.
  9. De ser necesario, México y los Estados Unidos a fin de enfrentar los flujos migratorios irregulares y las cuestiones de asilo, continuarán sus conversaciones sobre los términos de otros posibles entendimientos, mismas que serán concluidas y anunciadas en un periodo de 90 días.
  10. México y Estados Unidos reiteran la declaración del 18 de diciembre de 2018 en la que ambos países se comprometieron a fortalecer y a ampliar la cooperación bilateral para fomentar el desarrollo económico y aumentar la inversión en el sur de México y Centroamérica para crear una zona de prosperidad. Ambos países reconocen los fuertes vínculos ente el crecimiento económico en el sur de México y el éxito de la promoción de la prosperidad, el buen gobierno y la seguridad en Centroamérica.
  11. Estados Unidos reiteró su beneplácito al Plan de Desarrollo Integral lanzado por el gobierno de México en conjunto con los gobiernos de El Salvador, Guatemala y Honduras, para promover estos objetivos.
  12. México y Estados Unidos liderarán el trabajo con socios nacionales e internacionales para construir una Centroamérica próspera y segura y así abordar las causas subyacentes de la migración, con el objetivo de que los ciudadanos puedan construir mejores vidas para ellos y sus familias en casa.

Al concluir la lectura de este documento, invito a que nuestros lectores, después de repasar estos puntos de acuerdo entre México y Estados Unidos, se formen su propio criterio sobre el resultado de las negociaciones que evitaron la aplicación de los aranceles.

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