Inicio OPINIONES ¿Quién sigue?

¿Quién sigue?

262

 

Muchas personas piensan que ser estudiante en México es un orgullo y no se equivocan, pues un estudiante debe ser lo más “preciado” que tiene una nación, debido a que ellos decidirán el futuro, serán los que hagan que funcione este país. Pero por otro lado parece que el ser estudiante es un símbolo de peligro, que aunque te esfuerces en salir adelante, en ir a todas tus clases, ponerte a trabajar, en desvelarte por estudiar para tus exámenes o para entregar un proyecto eso te pone en riesgo, porque todo eso no es suficiente, en cualquier momento puedes desaparecer, sin importar tus metas, tus sueños y tu esfuerzo.
Cada año matan, desaparecen y masacran a miles de estudiantes, sin razón alguna, sin un motivo. El pasado martes 4 de junio en la Ciudad de México, específicamente en la alcaldía de Xochimilco, fue secuestrado Norberto Ronquillo, estudiante de la Universidad del Pedregal, a unos días de egresar de la carrera. Este caso fue bastante difundido la semana pasada, debido a las manifestaciones que se realizaron para exigir que el estudiante fuera devuelto con vida. En redes sociales se viralizó con el hashtag #NosFaltaNorberto. La familia pagó su rescate, sin embargo, Norberto no regresó a casa. En las primeras horas del lunes 10 de junio, el cuerpo del estudiante fue hallado sin vida.
Es increíble el porcentaje de estudiantes que mata el crimen organizado y más increíble es que el gobierno está enfocado en otras cosas, menos en la seguridad. Proponer reformas, hablar todos los días con los medios, decir que la corrupción se va a acabar, eso podrá ayudar a crear una buena imagen, pero ¿Dónde está el gobierno cuando violan, matan o desaparecen a alguien? ¿Por qué no se enfocan en acabar con eso? ¿En aumentar los años de cárcel y en buscar a los culpables de tantas muertes?
Estamos tan acostumbrados a escuchar en las noticias “Se suma un muerto más a la lista”, “Un estudiante desaparecido en tal sitio”, “Matan a una mujer” y ya no dimensionamos lo una muerte significa que todo lo que habías logrado se va en un instante, que una familia se derrumba, que atrás de cada estudiante, niño, hombre o mujer desaparecidos o asesinados en este país, hay criminales que están libres, asechando a su próxima víctima y es donde me pregunto ¿Qué se hace para evitarlo? ¿Dónde está la justicia? ¿Quién castiga a esos asesinos?
Los mexicanos tenemos que ser más realistas, exigir al gobierno no sólo becas o que nos resuelvan la vida. Debemos exigirles JUSTICIA, justicia para los que ya no están, justicia para que no haya ninguna meta apagada, ningún lugar vacío en esas fotos de generación. Tengan presente que la inseguridad está en todos lados y que si nadie hace nada para combatirla, todos seguiremos en riesgo.
Hoy fue Norberto, mañana ¿Quién sigue?

*Estudiante de Comunicación de la Universidad Veracruzana.

Artículo anteriorEl acuerdo de la dignidad
Artículo siguiente“Vendrán por ti”, un exorcismo de David Martín del Campo
Es un sitio digital abierto a todas las ideas, emociones, libertades, política, literatura, arte y cultura. 

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario
Por favor ingrese su nombre aquí