El opositor Juan Guaidó declarará este lunes «alarma nacional», buscando arrinconar más al presidente Nicolás Maduro por el apagón que paraliza a Venezuela desde hace cuatro días y agobia a la población a medida que se agotan el agua y la comida.
Guaidó, reconocido por más de 50 países como mandatario interino de Venezuela, encabezará una «sesión de emergencia» en el Congreso de mayoría opositora para insistir en la ayuda humanitaria, tras el fallido ingreso de donaciones de Estados Unidos el 23 de febrero.
«No podemos voltear la cara ante la tragedia que vive nuestro país. Solicitaré decretar Estado de emergencia nacional», aseguró luego el también jefe legislativo, dispuesto a autorizar la acción de una fuerza extranjera.
Hasta ahora se desconoce el alcance y las posibilidades de aplicación de la «emergencia nacional», en un país donde Maduro tiene el apoyo de la Fuerza Armada y el control de prácticamente todas las instituciones.
Guaidó también convocará a nuevas protestas, aunque de antemano llamó a la ciudadanía a salir a las calles de sus barrios a expresar su «descontento e indignación».
El gobierno extendió la suspensión de actividades laborales y escolares, que había ordenado la tarde del pasado jueves cuando comenzó el corte eléctrico, el peor en este país de 30 millones de habitantes que afecta a la capital y 22 de los 23 estados.
El servicio se ha restablecido por lapsos en algunas zonas, pero la crisis continúa. En la madrugada del lunes, una estación eléctrica estalló en Caracas por causas desconocidas, aumentando la conmoción en un sector donde el domingo hubo saqueos.
Ana Ruiz, de 35 años, teme que el pollo que tiene en la nevera se pudra, «una gran pena» -dijo- en un país que sufre por falta de alimentos y medicinas, y una voraz hiperinflación.
Muchas casas tienen tanques de agua porque siempre hay racionamiento en Venezuela, pero las bombas no funcionan sin energía. En Caracas, muchos hacen cola en tomas de agua al pie del cerro Ávila.
Ante la prolongación de la crisis, el gobierno comenzará este lunes a distribuir alimentos y agua potable en sectores populares.
– «Situación explosiva» –
Los generadores de energía de los hospitales se concentran en las salas de emergencia. La ONG Codevida sostiene que 15 enfermos renales murieron por falta de diálisis, y Guaidó sostiene que otros 17 han muerto en hospitales. Pero el gobierno niega que haya fallecidos.
Muchos negocios están cerrados y es poco lo que se puede comprar. Hace meses los venezolanos sufren la falta de dinero en efectivo y hasta la más pequeña compra se realiza por transferencia electrónica, pero sin energía los datáfonos no funcionan.
Muchos están vendiendo agua, carne, gasolina y hasta hielo en dólares. Con un éxodo de 2,7 millones de venezolanos desde 2015 según la ONU, la incomunicación también es angustiante.
Al caer la noche, con las calles en penumbra, surge el terror a la delincuencia en un país con altos índices de violencia.
Hay poco transporte y largas filas se forman en las estaciones de servicio, que no pueden abastecer por la falta de luz.
«Preocupa que Venezuela esté entrando en una fase de colapso total porque el país tiene una situación explosiva», aseguró a AFP el politólogo Luis Salamanca.
En el aeropuerto internacional de Maiquetía también hay caos. Las autoridades registran manualmente el ingreso y salida de viajeros. «No hay luz, no hay sistema, no hay rayos X y te revisan y revuelven las maletas con las manos, como les da la gana», aseguró Jessica Cuervo, 37 años, quien llegó de Miami.
Nueva etapa del deterioro –
Maduro sostiene que el apagón fue ocasionado por «un ataque cibernético electromagnético» dirigido por Estados Unidos contra la hidroeléctrica de Guri, en el estado Bolívar (sur), la principal de Venezuela y segunda de América Latina, después de Itaipú (Brasil-Paraguay).
El presidente afirmó que tras haber logrado buena parte de la reconexión hubo nuevos ataques y se avanza «lentamente para que el sistema de recuperación» del servicio «ahora sí sea estable».
«Es un alivio (que vuelva la luz), pero se va a volver a ir. Este gobierno lo que ha hecho es destrozar el sistema eléctrico», dijo a AFP Ludwig Laborda, de 30 años, quien trabaja en marketing digital.
Pero Guaidó asegura que la falla se debió a un incendio de vegetación que afectó las torres de transmisión de la hidroeléctrica, por falta de mantenimiento e inversiones y por la corrupción.
«No podemos acostumbrarnos a la emergencia. No le vamos a dar las gracias a unos ladrones por devolvernos la normalidad. Señores de la Fuerza Armada: Es el momento, no hay más», dijo Guaidó, quien trata de romper el principal sostén de Maduro, los militares.
Para el analista Luis Vicente León, «este episodio es resultado de la destrucción sistemática del país en dos décadas, pero también el inicio de una nueva dimensión de deterioro», que traerá «radicalización de las partes, agudización de sanciones y protestas».
Con información de AFP
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