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El INEGI, Hasta la cocina

Ahora sí que no se midió el dirigente nacional de Morena, Alfonso Ramírez Cuéllar, quien a nombre de su partido propone que entre las funciones del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) se le faculte también para medir la concentración de la riqueza de los mexicanos.

La intención de esta propuesta es que ahora no nada más se mida la pobreza, sino también la desigualdad que prevalece en el país, facultando al personal del INEGI a entrar a las viviendas a revisar el patrimonio inmobiliario y financiero de todas las personas, dando cuenta cada dos años de los activos de cada mexicano, aun cuando ya hayan declarado ante el SAT sus ingresos y egresos, así como su estado de resultados.

Pero la propuesta de Ramírez Cuéllar no se queda ahí nada más, porque también pretende que el INEGI tenga acceso a las cuentas del SAT y a toda la información financiera y bursátil de los contribuyentes.

La iniciativa de Morena expone que la progresividad fiscal debe ser la base sobre la cual todos los mexicanos debemos contribuir a los gastos del Estado y al financiamiento del Estado de Bienestar, como si nunca el pueblo hubiera contribuido a los gastos del gobierno.

La llamada progresividad, dice Cuéllar, que tendrá que aplicarse a la propiedad, la riqueza, el ingreso, las emisiones de CO2 y los daños a la salud. Ya solamente le faltó que pagáramos impuestos por el número de puertas y ventanas que tengan las casas como en 1858 lo decretó Antonio López de Santa Anna.

Además, dice la propuesta presentada por Morena que el país requiere de un organismo que tenga la responsabilidad de mostrar cada año si las contribuciones y gastos están beneficiando a los sectores de la población más vulnerables, en fin, un organismo fiscalizador del uso de los recursos tendientes a generar riqueza y prosperidad nacional.

Por supuesto que las reacciones no se hicieron esperar y el presidente de la COPARMEX, Gustavo de Hoyos, afirmó que Morena propone un nuevo estado donde el INEGI revise el patrimonio inmobiliario y financiero de todas las personas, que se grave la propiedad, la riqueza y el ingreso. Y que la COFECE evite el sobreprecio que se impone al momento de adquirir. 

Al respecto, sorpresivamente la diputada federal de Morena, Tatiana Clouthier, declaró que es inadmisible que el INEGI acceda a la información del SAT para revisar el patrimonio y las finanzas de las personas. Recalcó que la propuesta de Ramírez Cuéllar no es prudente, sobre todo en las condiciones en que se encuentra el país en esta pandemia y que se manifiesta estar en contra de castigar a quienes trabajan y se han enriquecido con su trabajo, porque para ello hay ya mecanismos para que paguen sus impuestos. Afirmó Tatiana Clouthier que es tiempo de acabar con los abusos en todos los sentidos, lo que hay que ver es cómo hacer para que el contribuyente pague sus impuestos y que tal vez los impuestos sean progresivos, pero esta no es de ninguna manera facultad del INEGI.

Algunos legisladores se han deslindado de esta propuesta, sobre todo porque se hace en un momento en que por un lado el INEGI ni siquiera ha podido continuar con la realización del Censo de Población 2020 y por otro lado no le corresponde a Ramírez Cuéllar hacer esta promoción utilizando papel membretado de Morena, porque no se ha sometido a consideración de los militantes,  

Para quienes conocen el origen de Alfonso Ramírez Cuéllar, saben cuánto le gusta el protagonismo como cuando llegó montado a caballo al Congreso siendo líder del Barzón, disque peleando por los derechos de los deudores de la banca. Ahora lo que pretende es meter ruido, con o sin el aval presidencial, para hacer creer a la izquierda que es capaz de crear las condiciones propicias para instituir un régimen totalitario, que es lo que menos quieren ahora los mexicanos.

Por cierto. durante el censo nacional nos recomendaron que por nuestra seguridad a los encuestadores del INEGI los atendiéramos desde la puerta, ahora resulta que con esta supuesta reforma se podrían meter hasta la cocina. No entiendo. 

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