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Un largo y sinuoso camino

Al iniciar las fiestas decembrinas se incrementa la movilidad de personas que van de un lugar a otro para visitar parientes o para salir de vacaciones. Algunos se trasladan en vehículo propio, otros en autobús o en avión. Para todos esto se convierte en un dolor de cabeza, sobre todo porque últimamente se han incrementado los costos tanto del combustible, como de las casetas de peaje y los boletos de autobús y de avión. Aunado a estos inconvenientes está el mal estado en que se encuentran las carreteras, ya sea autopistas con pago de peajes o por
la vía libre. Hace tiempo que no le meten mano al encarpetamiento de la cinta asfáltica y en algunos casos apenas se les ocurrió comenzar a hacer obras justo ahora que habrá más tránsito vehicular.

Por otro lado, los retenes que de manera permanente operan en las autopistas tanto de Coatzacoalcos hacia Villahermosa como de Minatitlán a La Tinaja, han convertido el trayecto en un verdadero viacrucis en que el tiempo se ha triplicado y a veces los automovilistas han tenido que quedarse a dormir dentro de su coche varados en un tramo de la carretera de Cosamaloapan a Acayucan.

Lo recomendable sería que al menos en esta temporada vacacional quiten los famosos retenes tanto de las corporaciones policiacas como de migración, toda vez que nunca han mostrado que sirvan para algo y lo único que provocan es un embotellamiento mayúsculo que retrasa a los transportistas y automovilistas por horas haciéndolos perder el tiempo ya sea para llegar a algún compromiso o para tomar algún vuelo o simplemente llegar a su destino.

Hasta ahora nunca nos hemos enterado de que en alguno de estos retenes se haya dado un golpe certero en la detención de un narcotraficante o tráfico de personas. De manera que los retenes son operativos inútiles que en nada ayudan y por el contrario perjudican a la sociedad.

Mientras al gobierno le cae el veinte, lo recomendable es que los automovilistas antes de iniciar un viaje consulten las redes sociales, el Google Maps o Waze, para conocer de antemano la carga vehicular que se presenta en el momento en que van a tomar una ruta.

En ocasiones es mejor tomar la ruta de las carreteras libres, que aun cuando son más largas, tienen menor carga vehicular y además son gratuitas. Hagan la prueba, conocerán lugares que tal vez no conocen, encontrarán buenos sitios para comer y se llevarán la sorpresa de que el ahorro es significativo, porque no pagarán cuotas y no sentirán el tedio de ir a vuelta de rueda o de quedarse varados sin saber por qué.

Aun cuando lo ideal sería que el gobierno resolviera el problema, agilizando el sistema de cobro en las casetas y quitando los retenes, aunque sea durante la temporada decembrina. Se darán cuenta de que no pasará nada, no aumentará la delincuencia y que por el contrario le harán un bien a la gente que tiene que trasladarse de un lugar a otro del estado o del país.

Es hora de que se termine con este largo y sinuoso camino.

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