SENTIDO COMÚN
Gabriel García-Márquez
Escandalosamente fuera de lugar la propuesta de Rosario Piedra Ibarra de disolver la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) que preside desde noviembre del 2019 de manera por demás vergonzosa.
Las reacciones ante esta propuesta no se hicieron esperar, comenzando por la respuesta de Xóchitl Gálvez quien consideró que este es un acto de cinismo y afirmó que pronto los mexicanos habrán de juzgar al gobierno de Andrés Manuel López Obrador por estas acciones, que se están tomando durante este sexenio, toda vez que si hay algo que se debe resguardar en un gobierno republicano y demócrata como el nuestro son los derechos humanos.
Lo que realmente se requiere es reforzar las instituciones y los organismos autónomos, no aniquilarlos, sino asignarles un mayor presupuesto y poner a cargo a servidores capaces y honestos que se desempeñen correctamente.
Durante los cinco años que lleva al frente de la CNDH, Rosario Piedra Ibarra no ha hecho nada que no sea pisotear los derechos humanos, que debería estar defendiendo ante los actos arbitrarios de los gobernantes, que para eso fue nombrada.
Cómo se atreve Rosario Piedra a afirmar que la CNDH ya no responde a las necesidades del pueblo mexicano, cuando quien no ha respondido ha sido ella por falta de capacidad y argumenta que dicha comisión tiene un esquema impuesto por el neoliberalismo, lo cual no tiene nada qué ver.
PROPONEN CREAR LA DEFENSORÍA DE LOS DERECHOS DEL PUEBLO
Es de risa la propuesta de la propia señora Piedra al proponer que la CNDH sea sustituida por la Defensoría Nacional de los Derechos del Pueblo. Si ésta no atiende las necesidades del pueblo mexicano en esta materia es porque ella no responde a las peticiones, porque anteriormente esta comisión era respetada y cumplía con la misión para la que fue creada.
Todo indica que la señora Piedra Ibarra desconoce las funciones de la comisión que preside. La CNDH tiene por objeto proteger los derechos humanos de todos los mexicanos por igual, además de promover, estudiar y divulgar el alcance de estos derechos que se encuentran consagrados en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Desde su creación en 1990 la CNDH ha vigilado que las instituciones gubernamentales cumplan con sus obligaciones de defender y respetar los
derechos humanos, de manera que cuando las autoridades administrativas federales cometan actos y omisiones que violen los derechos de los ciudadanos se reciban sus quejas y se emitan recomendaciones para salvaguardar los derechos violados o pisoteados.
Entre las medidas que debe tomar la CNDH están las enfocadas a combatir la violencia, la discriminación y los prejuicios de las personas por raza, color, género, idioma, religión, nacionalidad, origen étnico.
DERECHOS HUMANOS MÁS IMPORTANTES
Entre los derechos humanos más importantes están los siguientes: a no ser discriminado, a la igualdad entre hombres y mujeres, a la vida, a no ser torturado, a ser libre de esclavitud, a la libertad y seguridad, a ser tratado con humanidad bajo detención, a circular libremente, a no ser sometidos a expulsión arbitraria, a un proceso justo, al reconocimiento ante la ley, a la privacidad, a la libertad de religión y creencias, libertad de expresión, entre otros más que están contenidos en la Carta Internacional de Derechos Humanos aprobada por la Asamblea de las
Naciones Unidas.
Sin embargo, tal parece que la señora Rosario Piedra Ibarra desconoce por completo que la CNDH es un organismo reconocido en el mundo y que no fue la ocurrencia de Carlos Salinas de Gortari, sino que es producto de un pacto firmado después de la Segunda Guerra Mundial en 1948 y ratificado como un pacto internacional en 1966.
De manera que es incomprensible que la propia presidenta del organismo nacional le esté lanzando una fuerte pedrada a la institución que le ha dado de comer y de la que se ha enriquecido durante los últimos cinco años, a cambio de no hacer nada por el pueblo que ahora propone defender.
¡Vaya pedrada que lanzó la señora Piedra!
Es poeta, redactor y fotógrafo originario de Puebla, radicado en Coatzacoalcos, Veracruz. Ha escrito varios libros de poesía y narrativa como Archivo de Sueños, Corazón de Metal y El Lugar Común, así como el poema Viajar es Regresar.